Una quema de llantas en la vía Perimetral, en el sector Tres Bocas, en la mañana, fue el preludio del paro en Guayaquil, aunque las actividades comerciales y la circulación del transporte se desarrollaron con relativa normalidad hasta la tarde.

Esa fue la característica principal de la jornada tras el llamado al paro nacional del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie). En general, no hubo mayores inconvenientes.

Solo unos cuantos locales comerciales cerraron sus puertas en el casco central. Desde las 10:00, jubilados en la docencia se agruparon en los exteriores de la Caja del Seguro Social, en la avenida Olmedo, en el centro de la urbe, para protestar contra el Gobierno.

Los manifestantes cerraron la avenida y el carril exclusivo del servicio de transporte Metrovía, por lo que los conductores de estos buses desviaron su ruta habitual hacia la calle Francisco de Paula Lavayen, para retomar el carril exclusivo en la calle Chile. A pocos metros, elementos de la Policía controlaban que no se produjeran incidentes.

La concentración permaneció en el lugar durante 40 minutos, luego se trasladó hasta la plaza San Francisco. En su recorrido caminó por el carril exclusivo de la Metrovía, lo que originó nuevas molestias en el tránsito vehicular. Luego de la plaza San Francisco continuó por la avenida 9 de Octubre hasta el parque del Centenario.

Mientras tanto, un grupo de estudiantes intentó cerrar la avenida Delta, a la altura de la Universidad de Guayaquil, pero la Policía se lo impidió. Los jóvenes continuaron con la protesta en la calzada, por el lapso de 40 minutos. Las avenidas, calles y el puente de la Unidad Nacional permanecieron abiertos al tráfico. (I)