En el país existen 50 mil personas que dependerían de la transportación urbana. Según la Federación de Transportistas Urbanos del Ecuador   10 mil personas son los dueños de buses urbanos, a esto se suman 20 mil choferes y 20 mil ayudantes.

No existe una cifra real de cuántos están afiliados al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Por lo general cada bus realiza 2 turnos y los choferes ganan un porcentaje por cada vuelta o recorrido completo.

La ganancia diaria depende de cuántos pasajeros puedan coger los choferes por vuelta, puesto que a  unos les  pagan el 25% de lo obtenido y a otros el 15%. Esto causa que los choferes compitan en las calles por recoger la mayor cantidad de pasajeros, pues de ello depende su sueldo, resalta Rafael Navarrete, presidente de la Federación de Choferes del Ecuador.

“Para ganar un poco más de $500 mensuales deben trabajar entre 10 y 12 horas diarias”, indicó.

En la Federación de Choferes solo hay 80 registrados porque la gran mayoría tiene miedo de perder sus puestos de trabajo y por ello prefieren no afiliarse a la organización, dijo el dirigente. Según Navarrete el alza de pasajes no beneficiaría tanto a los choferes como su regulación y la entrega de los beneficios que otorga la ley. Por eso propone que el Municipio de Guayaquil asuma el tránsito,  revoque las frecuencias y convoque a un concurso en base a $ 0,25. Además, que contrate a los choferes para que reciban un sueldo fijo y que asuma los costos operativos de los buses.

Este es uno de los sectores informales de la economía del país. La forma de generar las ganancias, según Navarrete, también causa discriminación de pasajeros con alguna discapacidad, adultos mayores y estudiantes, quienes tienen una tarifa preferencial.       

“Los choferes prefieren no coger a estas personas porque esto significa menos ganancia. Imagínese, en lugar de ganar el 15% de $ 0.25 ganan el 15% de $ 0.13, lo que causa que el chofer discrimine a estos pasajeros, mientras que al dueño de la unidad esto no le afecta”, enfatizó.

Por disposición nacional los buses deben cobrar medio pasaje a los estudiantes, personas con discapacidad, adultos mayores y embarazadas. Es común ver en las calles a los estudiantes que tienen que esperar largos períodos de tiempo para subirse a un bus y mucho más si es en horas de alto tráfico o en las denominadas pico. Lo mismo sucede con los ancianos.

En un recorrido por ciertas calles de Guayaquil (aledañas a los colegios Vicente Rocafuerte y José Joaquín de Olmedo)  los jóvenes deben tener suerte para subirse a un bus de transporte público.

A muchos les toca correr y subirse al andar cuando los pasajeros se bajan de las unidades. La única cooperativa de transporte con un programa social para transportar gratis a los no videntes y adultos mayores es Playicent, que tiene en funcionamiento entre 38 y 40 unidades que recorren desde el sector conocido como Balerio Estacio hasta la terminal terrestre.

El presidente de la cooperativa, Pedro Sánchez, explicó que este es un servicio a la comunidad que decidieron dar como responsabilidad social. “Creemos que hay que apoyar a las personas que más lo necesitan y por eso subsidiamos el pasaje”, dijo.

Pero esto no quiere decir que se oponen al subsidio que entregaba el Gobierno por este concepto.

“Han malentendido nuestro objetivo, hacemos un esfuerzo para compartir con el prójimo lo que tenemos; cuando nos vayamos de este mundo no nos llevaremos nada”, recalcó.      

En esta cooperativa hay 5 buses que tienen el subsidio a los estudiantes, pero todos llevan un letrero del ancho del parabrisas que recuerda la gratuidad para el adulto mayor. Esta disposición no es opcional, tanto es así que tienen personas en ciertos sectores  para comprobar que los choferes cumplan con la disposición.

En el exterior de la oficina de la cooperativa hay una cartulina en donde consta el nombre de los choferes amonestados en la semana por no cumplir con la gratuidad. Como compensación por el servicio gratuito la cooperativa entrega $ 400 por bus.  

En cuanto a la seguridad social manifiestan que cada propietario de bus se encarga de eso directamente con su chofer.    “Eso del seguro aquí es complicado porque los choferes no son fijos, a veces no vienen porque se pasaron de tragos, por ello es algo un poco informal, pero hay unos fijos y esos sí están asegurados”, indica.   

Uno de los choferes que no quiso identificarse reconoció que no está asegurado, que él maneja el carro de su hermano, o sea que recibe también un sueldo, por eso dice que a él no le corresponde afiliar al chofer que hace la segunda guardia del día.

Sobre esta problemática la ministra de Transporte, Paola Carvajal, afirmó que “sabemos que viven en situación de informalidad, reconocemos la situación y estamos trabajando para que esa informalidad se acabe”. Adicionalmente, desde el Gobierno se trabaja en herramientas para ayudarlos.

“Particularmente trabajamos en la estructuración de un fondo de cesantía para los choferes profesionales, porque ellos obviamente deben tener la tranquilidad de que exista un seguro cuando ya no puedan hacer su trabajo. Estamos estructurando el fondo y seguramente les va a dar tranquilidad para el futuro”, informó. Esta iniciativa se ejecuta con otros ministerios, concretamente con Relaciones Laborales, Finanzas, Transporte y Comisión de Tránsito, explicó la funcionaria.

Barrios piden consulta por pasajes urbanos 

Lo único claro para los integrantes de las organizaciones barriales de Guayaquil es que no quieren que suba la tarifa de transporte público. Por eso han realizado reuniones en donde decidieron acoger la postura del alcalde Jaime Nebot, quien propuso una consulta para determinar si los pasajes deben subir o no.

Esto luego de que la Agencia Nacional de Tránsito (ANT) le traspasara las competencias de tránsito y transporte terrestre al cabildo guayaquileño, para que maneje esta actividad en el cantón.

Guillermo Leones, presidente de la Confederación Unitaria de Barrios del Ecuador en la ciudad, dijo que un tema de tanta trascendencia para los ciudadanos debe ser consultado y por eso esperan reunirse con el Alcalde para coordinar acciones. Los representantes barriales esperan pedir a los concejales de la urbe su postura frente al tema.

Ayer estaba prevista la reunión, pero Nebot no pudo recibirlos. A este grupo se unieron otros sectores, que se reunirán el domingo próximo para tener una idea de qué van a consultar porque aún no han definido una pregunta. Un representante de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE) dijo que esperan se adopte un sistema de expreso para universitarios.