Machala-Latacunga.-

En dos capitales provinciales, las autoridades empezaron los operativos para vigilar la comercialización de explosivos.

En las acciones intervienen los Cuerpos de Bomberos, Fuerzas Armadas, Policía y las respectivas gobernaciones de El Oro y Cotopaxi.

El objetivo es evitar el libre expendio, especialmente a menores de edad, de diablillos, camaretas, tumbacasas, entre otros.

En Machala, los uniformados recorrieron la calle Arízaga, lugar donde tradicionalmente se venden los monigotes. Allí al menos 15 locales fueron advertidos sobre la prohibición de ofertar este material.

Boris Torres, director de Seguridad Ciudadana, explicó que quien desee vender este tipo de artefactos debe obtener los respectivos permisos en el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, único ente autorizado para emitir esa documentación.

Los comerciantes que ya adquirieron su permiso (alrededor de 120), venderán los explosivos en la explanada del exaeropuerto Manuel Serrano, lugar que fue escogido por el Cuerpo de Bomberos para que los artesanos comercialicen los muñecos y los fuegos artificiales autorizados.

En tanto, “Pirotecnia Responsable” se denomina la campaña impulsada por la Intendencia General de Policía junto con la Comisaría de Latacunga con el objetivo de reducir los accidentes que se originan durante los festejos de Navidad y Fin de Año.

La cruzada inició con la socialización en territorio a más de 40 mil niños y niñas de establecimientos educativos de la localidad, además de la difusión en redes sociales.

Gerardo Villagómez, intendente, señaló que esta iniciativa tiene por objetivo evitar al 100% el manejo y uso indebido de la pirotecnia artesanal. (I)

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Ciudadanos presentaron denuncias

Militares retiran explosivos de una casa en Bolívar

Durante un operativo, elementos militares decomisaron 11.076 unidades de material pirotécnico y 12,3 kilos de materia prima usada para fabricar petardos.

En las casas no se cumplía con elementales normas de seguridad. Miembros de la Brigada de Caballería Blindada 11 Galápagos y Control de Armas llegaron hasta 5 viviendas, alertados por ciudadanos, quienes denunciaron la fabricación de estos productos en una zona residencial de San José de Chimbo. (I)