Desde este 15 de enero de 2015, este diario pasa a ser parte de la empresa pública El Telégrafo EP, dando cumplimiento a la Décimo Novena Disposición Transitoria de la Ley Orgánica de Comunicación.

A su vez se declara la disolución forzosa sin liquidación de la Sociedad Anónima Editores Gráficos Nacionales S. A. (Editogran), empresa que administraba los diarios El Telégrafo y PP El Verdadero, desde el año 2010.

Los empleados y trabajadores de Editogran S.A. pasan a formar parte de El Telégrafo EP, con todos los derechos y garantías legales y laborales.

Con ello, además, ratifica la tradición de servicio y compromiso con sus lectores y con el mismo país, tras 130 años de existencia, para garantizar los derechos de los ciudadanos, el cumplimiento de las leyes y Constitución de la República.

Asumimos este nuevo reto con absoluta responsabilidad y espíritu cívico y patriótico.

Para quienes hacemos esta empresa no solo que tenemos por delante un enorme compromiso con nuestra ciudadanía, sino con el desarrollo de la comunicación para un ejercicio responsable del periodismo y para garantizar pluralidad, diversidad, inclusión y participación plenas en nuestras tareas editoriales, como ya lo veníamos haciendo.

Desde nuestras páginas hemos sido fervorosos testigos e impulsores de los cambios que experimenta el país y también de hacer de la comunicación un servicio público de calidad, en función del interés social.

Por eso, somos conscientes de que la transformación en una empresa pública constituye un reto para trabajar con eficiencia, para asegurar nuestra auto sustentabilidad, a través del esfuerzo colectivo y gracias al apoyo de nuestros clientes, auspiciantes y lectores.

A pesar de las dificultades propias de la industria a nivel mundial, en el año 2014 la empresa generó una utilidad operacional de 2 millones de dólares y  una pérdida neta de 26 mil dólares, lo cual demuestra que hemos trabajado colectivamente para afianzar nuestro desarrollo empresarial, cumplir con los compromisos financieros y garantizar los derechos laborales de todos nuestros colaboradores.

Hemos puesto por delante un solo objetivo: hacer de esta empresa un empeño social, mediático y político para generar las mejores condiciones para un periodismo responsable.

Somos ya el primer diario de carácter nacional, sostenemos un proceso sostenido y creativo de participación estudiantil en nuestras ediciones con alumnos de colegios y universidades de casi todas las provincias.

Contamos con cinco oficinas regionales, corresponsalías permanentes en siete países y constituimos ya un referente mundial de periodismo de calidad, con 18 premios internacionales en los últimos tres años.

Todo ello gracias al apoyo de nuestros lectores y también a una tradición de periodistas, fotógrafos, diseñadores, prensistas y operadores, personal administrativo y todo el equipo de distribución y voceadores del diario, que nos colocan en una dimensión histórica.

Finalmente ratificamos nuestro compromiso, de ser el mejor diario de este siglo, como lo fuimos en el siglo pasado, cuando por nuestras páginas pasaron las mejores generaciones de poetas y escritores, los pensadores y pensamientos más solventes.

Al convertirnos en Empresa Pública tenemos unas expectativas enormes de que lo que hagamos en adelante será para, también, la construcción de conceptos y argumentos de lo que en Ecuador por ahora es novedad: los medios públicos como una expresión de los nuevos tiempos.