El éxito alcanzado por diario El Telégrafo con la edición Regional Sur, cuyo epicentro está en Cuenca, es contundente. Ahora el diario público no solo que llega a los 15 cantones azuayos sino que, también, cubre e informa a las provincias de El Oro, Loja, Zamora Chinchipe y Morona Santiago.  

Las páginas de El Telégrafo Regional Sur reflejan una realidad distinta a la de los medios comerciales sobre poblaciones que son tan importantes como las grandes ciudades para nuestra identidad nacional.

El objetivo es claro: democratizar el acceso de los ciudadanos a la información, pero no solo con la presencia física del diario en lugares remotos sino dándoles voz a esos personajes que están fuera del círculo de los grandes medios comerciales de la información.

Lograr que El Telégrafo llegue a más puntos del territorio ecuatoriano y que se convierta en el único periódico del país con alcance nacional, ha sido un trabajo tesonero. Gracias a un préstamo de la Corporación Financiera Nacional, Editogran -la empresa que imprime El Telégrafo- adquirió una rotativa de las más modernas en su género en América Latina, capaz de imprimir 75 mil ejemplares en tan solo una hora.

La velocidad, con la que la máquina alemana KBA trabaja, permite que los operarios tengan mayor tiempo para embalar y transportar el producto hasta los rincones más alejados del país.

La nueva planta editora del Decáno de la Prensa Nacional está ubicada en el km 1,5 de la avenida Carlos Julio Arosemena, en Guayaquil. En un espacio de 30 mil metros cuadrados que hasta 2010 no era más que un lugar repleto de chatarra, hoy se levanta uno de los complejos editoriales más modernos del continente.

La rotativa consta de cuatro prensas con capacidad para imprimir distintos tipos de acabados y de volúmenes, dependiendo de las necesidades del cliente.

Por ejemplo, las impresiones en cartulina gruesa se cumplen en una máquina, mientras que los trabajos impresos en papel periódico o couché se hacen en otras.

En la actualidad Editogran está en capacidad de imprimir tres millones de libros al mes y seguirá perfeccionando las técnicas para hacer más eficientes los procesos.

La empresa ha logrado incursionar exitosamente no solo en el mercado de los medios -además de El Telégrafo imprime el diario PP El Verdadero- sino también en todo lo que tiene que ver con trabajos de impresión.

Los textos escolares que el Ministerio de Educación entrega gratuitamente a los estudiantes fiscales del país, así como las guías telefónicas de Edina (empresa privada) se imprimen en esta rotativa. Editogran también imprime folletos y documentos de distintas instituciones estatales y privadas como periódicos locales de Durán, Milagro o Babahoyo.

El reto ahora está en equiparse adecuadamente para imprimir libros de pasta dura.

CIFRAS

75 mil ejemplares por hora puede imprimir la rotativa de Diario El Telégrafo. Su versatilidad le permite elaborar otros productos.

3 millones de textos escolares al año es la capacidad de impresión que tiene  Editogran. Sirve a empresas públicas y privadas.

4 prensas que sirven para diferentes tipos y montos de impresión tiene Editogran, empresa editora de El Telégrafo.

13 millones de textos se habían imprimido hasta septiembre de 2012 en la flamante rotativa de El Telégrafo, ubicada en Guayaquil.

128 años de vida celebró el Decano de la Prensa Nacional en 2012, y 1 de haber dejado su edificio patrimonial del centro de Guayaquil.

HECHOS DESTACADOS

Al primer intento, entre los mejores. Menos de un año le tomó a El Telégrafo integrar la WAN-IFRA, organización que agrupa a los diarios mejor impresos del mundo.

Constatación in situ del trabajo editorial. En septiembre la ministra de Educación, Gloria Vidal, visitó la rotativa de El Telégrafo para observar la impresión de los libros de la cartera que ella dirige.

La funcionaria mostró satisfacción porque con la moderna maquinaria y el sofisticado sistema de impresión, solo hasta ese mes se imprimieron más de 13 millones de libros. Vidal aseguró que el trabajo había superado todas sus expectativas.

El Telégrafo publica lo que otros ocultan. El escándalo de los cables de WikiLeaks reventó en Ecuador y este diario reveló contenidos que afectaron a poderes locales. El impacto de las notas fue regional.

Investigación también en el sector público. En agosto este diario reveló un escándalo en el que supuestamente la estatal Petroecuador adjudicó contratos de servicios a empresas de papel. Las firmas, según autoridades de control, no contaban con los recursos ni la experiencia en el campo que requiere la Ley, al momento de contratar con el Estado. Luego de las publicaciones, varios  contratos fueron reveídos por las autoridades.

FARC responden a El Telégrafo. La dirigencia de la guerrilla colombiana, en diálogo con este diario, destaca que al resolverse los problemas del pueblo se resuelven los de las FARC.

Barrios afectados por tráfico de tierra. De 400 barrios registrados en un estudio de  2009, 270 han sido regularizados este año en Quito. El Municipio capitalino lucha contra los lotizadores de tierras, por ello en abril de 2009 inició un proceso judicial contra Jaime Iza por estafa, ya que vendió lotes sin dar documentos que respalden la transacción. Los temas locales son de interés fundamental para el público.

Municipio amenza a Interagua. Uno de los reclamos más álgidos de los guayaquileños se relaciona con el servicio de agua potable. El Alcalde, ante la queja, amenzó con quitar la concesión a la empresa.

Estado asume servicio de agua  en El Oro. Ante las deficiencias de la empresa Tripleoro, proveedora de agua potable a tres cantones orenses, Machala, Pasaje y El Guabo, el Estado intervino a la concesionaria y tomó control del servicio. Estudios previos demostraron que el líquido no era apto para el consumo humano y causaba graves enfermedades a la población. En marzo de 2013 termina la intervención.

Los peores incendios en el sur del país. La Regional Sur de El Telégrafo dio cobertura a los devastadores incendios registrados en el sur del país. El cantón orense de Chilla fue uno de los más afectados.