El Primer Ministro Inglés pide a su canciller bajar el tono de la disputa
El Gobierno británico ratificó ayer que no concederá un salvoconducto a Julian Assange para viajar a Ecuador, sin embargo aseguró que trata de alcanzar una solución diplomática al conflicto.
“Bajo nuestra legislación, habiendo agotado todas las opciones de apelación, estamos obligados a extraditarlo a Suecia. Es nuestra intención cumplir esa obligación”, dijo el portavoz del primer ministro británico, David Cameron, en un comunicado.
Downing Street (la sede del Gobierno inglés) aseguró, además, que continuará las conversaciones con Ecuador y otros países para dar con “una solución diplomática” al caso del fundador de WikiLeaks.
El comunicador aclaró que Reino Unido no ha variado su postura con relación al activista australiano, a quien sigue decidido a entregar a Suecia, como es su “obligación legal” por supuestos delitos sexuales, que son negados por el acusado.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores reiteró que el Ejecutivo continúa empeñado en una “resolución amigable” con Ecuador para resolver la situación que ha tensado las relaciones entre Quito y Londres.
Pero al mismo tiempo, Cameron ordenó bajar el tono de la disputa con Ecuador, pese al enorme dispositivo de seguridad que mantiene rodeada la embajada ecuatoriana.
De acuerdo con el diario Daily Mail, el premier, quien ayer regresó de vacaciones en la isla española de Mallorca, llamó a su ministro de Relaciones Exteriores, William Hague, para requerirle que bajase el tono de la querella con Quito.
Conforme a una fuente oficial citada por el rotativo británico, el mensaje de Cameron a Hague fue: “Calme ya esta disputa”.
El abogado del activista, el ex juez español Baltasar Garzón, dijo ayer frente a esa legación que su cliente no rehúye a la justicia, sino que exige “garantías mínimas” para responder ante las autoridades suecas y solicitó a Reino Unido que le facilite un salvoconducto.
El Foreign Office (Ministerio del Gobierno británico) insistió en que esas “garantías” sobre los derechos humanos del australiano, por las que Ecuador ha expresado preocupación, se recogen ya dentro de la legislación de Reino Unido.
En un comunicado emitido la pasada semana, el Gobierno británico indicó que no acepta el principio de “asilo diplomático” y manifestó que, “incluso en el caso de esos países que lo reconocen, no debería emplearse con el propósito de huir de los procesos regulares de los tribunales”. Con relación al australiano, agregó: “claramente esto está ocurriendo”.
Ecuador pide rectificación
El Gobierno ecuatoriano manifestó que solo dialogará por el caso Julian Assange con el Reino Unido si ese país retira “oficialmente” sus “amenazas” y confió en que la OEA respalde su posición en este caso, como ya lo ha hecho la región.
“Actualmente está vigente (la amenaza), nosotros hemos recibido esa comunicación y no hemos recibido una retirada de la misma”, indicó el titular de la diplomacia ecuatoriana.
“Sabemos las limitaciones que tiene la OEA, las complicaciones incluso que se han producido respecto a su comportamiento y acción en períodos anteriores, pero creemos que, en un caso como este, es indispensable que haya una reacción, no por nosotros, por la OEA, que reivindique a un país que está siendo amenazado”, dijo Patiño a Gamavisión.
Mientras tanto, el Consejo Permanente de la OEA se reunió ayer en sesión extraordinaria para preparar la reunión de cancilleres que el viernes analizará la crisis entre Ecuador y el Reino Unido.
Los representantes de los Estados miembros de la OEA se reunieron a las 15:00 (hora local) para dejar preparado el orden del día y establecer el orden de intervenciones.
Los embajadores consideraron el “proyecto de temario” que será debatido por los cancilleres, que estará basado en la resolución propuesta por Ecuador, aprobada el pasado viernes en sesión extraordinaria, por 23 votos a favor y 3 en contra, los de Estados Unidos, Canadá y Trinidad y Tobago.
El secretario general del bloque, José Miguel Insulza, pidió a Reino Unido respetar la embajada ecuatoriana y enfatizó que el asilo es una institución sagrada.