El Obispo de Sucumbíos deja ayuno tras signos de reconciliación de iglesias
El obispo español Gonzalo López Marañón dejó hoy el ayuno que inició hace 24 días en busca de una reconciliación en Sucumbíos (noreste de Ecuador), donde dos órdenes de la Iglesia católica que estaban enfrentadas muestran "los primeros signos de reconciliación".
Los incidentes entre ambas órdenes se iniciaron cuando el obispo López Marañón, de 77 años, de los Carmelitas de los Pies Descalzos, se jubiló como vicario de Sucumbíos y el Vaticano lo sustituyó por el obispo Rafael Ibarguren, de los Heraldos del Evangelio, quienes llegaron a la región en octubre de 2010.
María Ángeles Vaca, portavoz oficial de la jornada de ayuno y oración del sacerdote, explicó recientemente a Efe que durante 40 años los Carmelitas construyeron un modelo de Iglesia social y comunitario en el que participaban todos los habitantes de Sucumbíos a través de una Asamblea Diocesana.
Desde octubre, seguidores de ambas posturas se han enfrentado en Sucumbíos, por lo que la Conferencia Episcopal Ecuatoriana expulsó a las dos ordenes de la región y el vicariato pasó a manos del obispo ecuatoriano Ángel Polivio Sánchez, que no pertenece a ninguna orden.
Blanca Diego, otra de las portavoces de Marañón, indicó hoy que tras la eucaristía que celebra cada día el religioso a las 17.00 hora local (22.00 GMT) oficializará el fin del ayuno.
Diego enfatizó que lo que llevó al obispo a terminar con el ayuno son "diferentes signos y visitas", que demuestran que hay una voluntad de iniciar un proceso de reconciliación en Sucumbíos.
El religioso recibió ayer la visita del delegado del Papa, Monseñor Ángel Polibio Sánchez, quien era la persona encargada para mediar en este conflicto y que actúa como actual vicario de Sucumbíos.
"El gesto y el mensaje del delegado pontificio han significado una señal contundente y determinante para el Obispo de que el proceso de reconciliación está en marcha", detalló un comunicado del acto del ayuno de la reconciliación.
Además, el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), monseñor Antonio Arregui, y el arzobispo de Quito y Primado del Ecuador, monseñor Fausto Trávez, visitaron hoy al sacerdote, mientras que el presidente del país, Rafael Correa, lo hizo a principios de junio.
El pasado fin de semana el mandatario le pidió al sacerdote que finalizara con el ayuno y que cuidara "su salud".
"Un llamado a la Iglesia de Sucumbíos ya a reconciliarse, a superar diferencias, a caminar unidos, y monseñor, tiene 77 años, estoy muy preocupado (...), levante el ayuno, las cosas van a mejorar", dijo Correa en su informe semanal de labores.
Por otro lado, miembros del movimiento de la Renovación Carismática, seguidores de los Heraldos, se comprometieron recientemente a trabajar para el diálogo con los miembros de la Iglesia de San Miguel de Sucumbíos (Isamis), seguidores de los Carmelitas de los Pies Descalzos, indicó el comunicado.
Durante sus jornadas de ayuno el padre sólo se alimentó de agua con miel y su salud se "mantuvo estable", aunque se calcula que perdió al menos cinco kilos de peso.