La primera actividad desarrollada por el Jefe de Estado en su habitual visita de los martes a Guayaquil fue la visita a las obras de readecuación  del Centro de Detención Provisional (CDP) y de la Penitenciaría del Litoral.

Entre las mejoras que se efectúan están la construcción de 364 plazas para las personas privadas de  libertad (PPL), la creación de espacios para que se desarrollen talleres productivos, el equipamiento de las cocinas, la impermeabilización de las cubiertas de los centros y la edificación de más garitas de seguridad. La inversión para estos trabajos de reacondicionamiento es de 2’200.000 dólares.

El Presidente también recorrió las instalaciones del nuevo policlínico ubicado en la Penitenciaría del Litoral. Este espacio contará con áreas para odontología, medicina general, psiquiátrico, entre otros.  Ahí resaltó que atender dignamente a las personas privadas de libertad es una de las acciones fundamentales del Plan Integral de Seguridad.
Luego mantuvo un desayuno de confraternidad con las internas del pabellón femenino. En una corta intervención, Correa aseguró que el Gobierno Nacional   prepara, luego de 80 años en el Ecuador, un nuevo Código Penal en el que se   diferenciarán las sanciones entre las personas que sean detenidas por tráfico, posesión y consumo de estupefacientes.

“Vamos a diferenciar las penas entre consumidores, a los que transportan drogas, entre los capos de los carteles, etc. (...) Aquí se castiga tanto al que porta como al que trafica de la misma manera, sin distinción. ¿Por qué? Porque para los Estados Unidos ese es el mayor problema, hablemos claro en este punto. Esas leyes fueron impuestas en toda Latinoamérica en los 90. Estamos preparando el nuevo Código Penal para hacer proporcional las penas con respecto a las infracciones”, manifestó el gobernante ecuatoriano.