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El nivel de alerta baja en las costas ecuatorianas
El Gobierno decretó ayer al mediodía el cambio de la alerta naranja a amarilla en la costa ecuatoriana, informó ayer la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) debido a que el oleaje es menor de lo que se había pronosticado.
El subsecretario de SNGR, Felipe Bazán, informó que se redujo el nivel de alerta debido a los últimos informes del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar) que indican que las olas alcanzarán como máximo 2,5 metros, en lugar de los 4 metros pronosticados inicialmente.
La titular de la SNGR, María del Pilar Cornejo, indicó a Andes que el cambio a alerta amarilla implica que se deroga el decreto anterior de alerta naranja y cada una de las autoridades provinciales realizará el control respectivo en sus localidades.
El cambio de alarma significa que se levanta la restricción de pescar y que ingresen los bañistas al mar, durante el feriado, agregó el diario digital.
Hasta el mediodía de ayer no se tenían reportes de un aumento de intensidad de las olas como lo pronosticó el Inocar. Sin embargo, ante la alerta de los fuertes oleajes que podrían alcanzar hasta 2,5 metros de altura y suscitarse en el transcurso de este fin de semana, los Centros de Operaciones de Emergencia del perfil costanero han desplegado un operativo de seguridad, con la finalidad de proteger a la población.
Un total de 6.900 uniformados se ha desplegado para que intervenga en el operativo. Ellos se encargan de realizar patrullajes en los muelles y zonas pobladas para mantener el orden público, indicó el subdirector general de Operaciones, Esvar Jímenez.
Cornejo recordó que, de acuerdo con los pronósticos del Inocar, desde el 11 hasta el 14 de agosto se esperan grandes olas, con un período aproximado de intervalo de 18 segundos, lo cual podría producir una fuerte erosión de las playas.
El director del Inocar, Jorge Cárdenas, aseguró el viernes en su reporte, que según los pronósticos las primeras olas entre 2 y 2,5 metros arribarán el jueves al sur del país y a la región insular. Este régimen de olas incrementaría su intensidad a fuerte durante el día de ayer y podría afectar los malecones de las ciudades costeras. Mientras que para hoy se ha pronosticado que el oleaje comenzará a disminuir.
Sin embargo, a pesar de la alerta los pobladores de Jambelí, en la provincia de El Oro, se resistían a ser evacuados. Hasta el jueves solo 116 habitantes fueron obligados a abandonar sus viviendas como medida de precaución y llevados a albergues.
Al respecto, Cornejo pidió una inspección judicial, para dejar constancia de la decisión tomada por los habitantes de ese cantón.
La mañana de ayer el fiscal de El Oro, René Ormaza, se trasladó a Jambelí, junto con una comitiva de militares, que llegó al lugar para dejar notificaciones a los dirigentes y comuneros que se niegan a salir. El objetivo fue indicarles el peligro que corren al permanecer en el lugar y de que colaboren con la evacuación.
También un equipo de técnicos de la SNGR de Los Ríos se movilizó hasta Manabí para brindar apoyo en algunos balnearios manabitas, donde hasta el mediodía de ayer la situación se mantenía en calma.
En tanto, las Cámaras de Turismo del resto del Litoral manifestaron su preocupación por la alerta ya que ha puesto en riesgo toda la inversión y los preparativos que ha hecho el sector turístico en este feriado.
Antonia Montaño, presidenta de la Cámara de Turismo de Atacames, señaló que este tipo de oleajes es normal y se presenta todos los meses del año en las playas ecuatorianas.