El Consejo Nacional Electoral (CNE) envió ayer el material electoral, en camiones, a las provincias de Santa Elena y Guayas, en un proceso que concluirá el próximo sábado, 16 de febrero, en Pichincha.

En Guayas, el despacho termina hoy por la cantidad de kits que cubrirán las 9.422 mesas receptoras del sufragio instaladas en este territorio, el más grande del país, informó el gerente de proyecto de Montgar, Juan Carlos Puente, la empresa especializada que da este servicio al organismo electoral.

Para mañana está previsto enviar el material a Manabí y Los Ríos; el 13 a Cañar, Azuay y Loja; el 14 a Tungurahua, Bolívar, Chimborazo y Cotopaxi; el 15 a Santo Domingo, Esmeraldas, Imbabura y Carchi. El 16, un día antes de los comicios, será distribuido en Pichincha, directamente a los recintos electorales.

Puente explicó que la delegación de Pichincha del CNE organiza directamente, desde el sitio de acopio en el Centro de Exposiciones y Convenciones Mitad del Mundo (Cemexpo), el transporte de los kids hacia los recintos de la provincia. Así, en la mañana se enviarán a las zonas rurales y en la tarde a las urbanas.

Los primeros kits que se despacharon desde Cemexpo, el sábado, hacia Galápagos, Napo, Pastaza, Orellana, Morona, Sucumbíos, Zamora y El Oro, continúan llegando. Se espera que el proceso concluya hoy en las provincias amazónicas.

Un vuelo exclusivo de la Fuerza Aérea salió el sábado, del aeropuerto Mariscal Sucre, hacia Galápagos llevando el material. Hizo escala en Guayaquil antes de llegar a las islas Baltra y San Cristóbal.

Al resto de provincias, los convoy van por carretera, escoltados por dos vehículos de seguridad fuertemente armados. Inclusive, las Fuerzas Armadas tienen un sistema de monitoreo de las vías por donde circulan los paquetes y los camiones, que salen previo la firma de actas. Romel Sarzoza, de sistema de Montgar, dijo que el trabajo se realiza de manera computarizada.

Las papeletas electorales ingresan primero a la bodega, se las chequea mediante una lectura con antenas de radiofrecuencia denominadas RFID, para determinar el número del documento que debe ir en cada kit. En las bodegas se recogen en coches y son colocadas en filas y columnas.

Con una “pistola” PDA se identifica la ubicación de las papeletas para cada recinto. Luego, los sobres con los kits se cierran con sellos de seguridad. En el despacho a los camiones se registra el número de cajas y papeletas.

En definitiva, se indicó, el proceso tecnológico y los insumos electorales han sido clasificados en códigos de barra para evitar cualquier inconveniente.