“El imperativo moral es eliminar la pobreza”
El punto de encuentro de los detractores y partidarios del Gobierno fue la Asamblea Nacional, sitio que se engalanó para recibir el Informe a la Nación.
En la entrada se desplegó una alfombra roja de aproximadamente 400 metros (entre el salón plenario y la calle Montalvo). Las curules electrónicas de los legisladores fueron desmontadas para la comodidad de los invitados y los militares formaron una doble línea para recibir a las autoridades.
Desde temprano, elementos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas acordonaron las calles transversales de la Asamblea Nacional y realizaron un estricto control de seguridad, que incluyó análisis de las cédulas de identidad, revisión de maletines, mochilas y portátiles a quienes pugnaban por ingresar al Palacio Legislativo.
Los simpatizantes del Movimiento PAIS fueron los primeros en llegar al plenario legislativo (platea alta). La mayoría llevaba en sus manos banderas y carteles de apoyo al presidente Rafael Correa.
El segundo turno de ingreso fue para los asambleístas de PAIS (entre 08:30 y 09:30). Luego llegaron ministros de Estado y los invitados en general.
Al lado derecho del pleno se ubicaron los secretarios de Estado, los ocho ministros coordinadores, el canciller Ricardo Patiño y demás autoridades.
En el ala izquierda estuvieron los representantes de los organismos de control y en primera fila las autoridades elegidas por el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (Cpccs).
Patricio Ubidia, concejal de Quito; Washington Pesántez, dirigente del partido Unión Ecuatoriana; Roberto Bhrunis, Ruth Seni y Édgar Zárate, magistrados de la Corte Constitucional; y cuatro de los siete vocales del Cpccs (Marcela Miranda, Luis Pachala, Fernando Cedeño y Mónica Banegas) también llegaron.
De repente aparecieron los legisladores de oposición Jorge Escala y María Molina (MPD), Edwin Vaca y Paco Moncayo (Alianza Libertad), César Rodríguez (ex PAIS), María Cristina Kronfle (Madera de Guerrero) y César Montúfar (Concertación). Además, se hicieron presentes Gioconda Saltos (ex Sociedad Patriótica) y Wladimir Vargas (ex Prian), quienes se sentaron con los asambleístas del Gobierno.
Las pantallas gigantes de la Asamblea mostraban el recorrido que hizo el presidente Correa en un jeep de la Fuerza Terrestre, de pie y saludando a los ciudadanos del país. Los aplausos fueron sonoros entres los asistentes. Cuando el Jefe de Estado llegó al edificio legislativo lo esperaba el presidente de la Asamblea, Fernando Cordero.
Entonces los sonidos marciales se escucharon. Con el ingreso del Estandarte Patrio se entonaron las notas del Himno a la Bandera y el Himno Nacional de Ecuador. Ya en la Asamblea, Correa tuvo la primera intervención de una hora y veinte minutos.
Pablo Dávila, presidente de la Cámara de Industrias y Producción, escuchaba atentamente y hacía gestos de aprobación al informe del presidente Correa, en el momento en que explicaba el incremento del gasto social (entre 2004 y 2011).
A las 11:37, el Jefe de Estado hizo una pausa en el informe y dio la palabra a sus ocho ministros coordinadores. Richard Espinosa (Desarrollo Social) fue el primero en intervenir, luego fue secundado por Homero Arellano (Seguridad) y Augusto Espinosa (Talento Humano).
En la intervención del último ministro mencionado se desarrolló la única gresca que, en lugar de empañar el informe a la nación, reforzó el apoyo al Gobierno. Augusto Espinosa acotó: “la educación del país ya no se encuentra secuestrada por un partido político”.
Entonces, el emepedista Jorge Escala dijo un sinsentido: “Abajo la galleta con gusano”. Acto seguido salió del pleno. Entonces los presentes se pusieron de pie y gritaron “Revolución en la educación”.
Durante las cuatro horas y media que duró el informe (que incluyó al vicepresidente Lenín Moreno y al canciller Ricardo Patiño), el ambiente era ameno entre los ministros de Estado, conversaban y hacían bromas. Pero las autoridades de los organismos de control no hablaban entre ellos. Por ejemplo, Ramiro Rivadeneira, defensor del Pueblo; el fiscal Galo Chiriboga, el contralor Carlos Pólit, el procurador Diego García, ubicados en primera fila, permanecieron callados.
Cuando terminó el evento, el Presidente se inclinó ante la Bandera de Ecuador por varios segundos y salió de la Asamblea, mientras la gente gritaba en coro: “Reelección”.