El gabinete ministerial analiza los escenarios económicos para 2012
El presidente Rafael Correa cumplió ayer una agenda de trabajo en Cuenca. Entre sus actividades más importantes fue la reunión que mantuvo con el gabinete económico, con el objetivo de definir la estrategia y las medidas que adoptará Ecuador para controlar el nivel de importaciones.
El Mandatario también analizó los distintos escenarios macroeconómicos para el año 2012, el impacto en la economía ecuatoriana y la definición de los lineamientos en los diferentes escenarios.
Asimismo, se informó al gobernante de los principales aspectos de la negociación de los contratos mineros estratégicos que serán suscritos por el Gobierno Nacional.
“Se están negociando los contratos mineros de forma muy dura en beneficio del país para evitar otro saqueo”, dijo Correa durante un conversatorio con la prensa. Según el calendario fijado, las conversaciones terminarán en octubre. “Estamos negociando con extremada dureza en beneficio del pueblo ecuatoriano”, acotó.
Correa recordó que cuando llegó al Gobierno había más de 4.000 concesiones mineras, de las cuales muchas fueron derogadas. “Por ahí salió un dirigente indígena diciendo que yo tengo compromisos con las grandes mineras. A ninguna de esas mineras les dio concesión el Gobierno y no se las revirtió porque tenían todo en regla”, dijo.
También señaló que con la creación de la nueva Ley Minera se establece que el 60% de las regalías quede para el desarrollo del sector. “Son cosas que van a cambiar el nivel de vida de esos territorios”.
Sobre la inseguridad, Correa expresó su preocupación porque el 90% de las cachinerías que se clausuró en enero, actualmente labora.
Cachinerías
“Cuando yo veo la estadística que han subido el robo a personas, exijo a los policías una respuesta. Entonces han hecho todo un análisis y resulta, y eso recién yo lo sé, que las 1.700 cachinerías que se cerraron las han vuelto a abrir los jueces y los fiscales que no acusaron”, manifestó.
Correa hizo un llamado público al Fiscal General de la Nación y al Consejo de la Judicatura para tomar acciones contra las cachinerías.
“Tenemos un problema gravísimo; de qué sirve que la Policía haga más operativos, capture delincuentes, cierre cachinerías si al siguiente día los delincuentes están en las calles y las cachinerías están abiertas; es como echarle agua a un balde que tiene más huecos que balde”, acotó.