La otavaleña María Pilataxi llevaba la mañana de ayer un delantal azul sobre su tradicional vestimenta indígena. Salió a las 04:45 de su vivienda ubicada en la comunidad de Ilumán, en el cantón Otavalo, para atender, como todos los días, a sus clientes en el mercado Amazonas de la ciudad de Ibarra (Imbabura).   

Al llegar al lugar se sorprendió porque varios policías municipales le impidieron el paso. Muy enojada les exigió, argumentando que desde hace 23 años trabaja en el sitio vendiendo chochos, que la dejaran pasar. Sin embargo, uno de los uniformados le informó que nadie podía entrar debido a que un incendio se había producido en el sector abierto del recinto comercial horas antes.

De inmediato, la mujer adivinó que este viernes no iba a vender ni una sola libra de chochos. Desde que supo del incendio, presintió que su local estaba entre los  afectados a causa del flagelo, que se inició a la 01:00 de ayer. “Me quedé sin nada; esto es una tragedia, el incendio me quitó mi trabajo. Los últimos 23 años de mi vida los he pasado aquí y ahora, en un abrir y cerrar de ojos, lo perdí todo”, se lamentaba la mujer sin dejar de llorar.

Como María, cerca de 40 comerciantes perdieron sus locales, y 200 personas aproximadamente  resultaron perjudicadas por el siniestro. Todas ellas llegaron con los primeros rayos del sol hasta el lugar con el objetivo de rescatar algún objeto o bien que no hubiera sido consumido por el fuego.

En medio de la desesperación, removían los escombros tirados en el suelo en busca de cualquier cosa porque no se resignaban a perderlo todo. Según el informe de Marco Hadathy, jefe del Cuerpo de Bomberos de Ibarra, un cortocircuito habría ocasionado el incendio, que luego se intensificó con la explosión de dos tanques de gas. Las llamas fueron controladas después de que 50 bomberos lucharan por más de dos horas con las lenguas de fuego.