“El Ecuador que votó por PAIS está más politizado”
La pregunta: “¿Por qué perdió Norman Wray?”, que saltó casi al finalizar el conversatorio “Análisis de los resultados electorales”, el miércoles pasado, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), causó la molestia de los simpatizantes de Ruptura, que llegaron para acompañar a la asambleísta María Paula Romo. Ella presentó su ponencia y compartió escenario con los catedráticos Simón Pachano, Juan Paz y Miño, Franklin Ramírez en un foro moderado por Orlando Pérez, director de El Telégrafo. De él fue que surgió la inquietud sobre Wray.
Romo contestó displicentemente: “Porque ganó Correa”, sin ofrecer otro argumento. La respuesta convenció a sus simpatizantes, lo dejaron en claro con un largo y fuerte aplauso. La ovación incluso estuvo acompañada de los gritos que suelen escucharse en fiestas y conciertos.
En el encuentro, Romo evitó la incomodidad. Y más bien, su discurso -de más de 25 minutos- se centró en porque ganó Correa. Por ratos golpeaba el podio, en otros levantaba la voz, Romo culpó al CNE por la derrota de varias agrupaciones.
Aunque -en la efervescencia del discurso- reconoció que ningún candidato se mostró como una alternativa viable que pudiera disputar el liderazgo del presidente reelecto. “Creo que Correa se beneficia del pasado. Pasamos de un extremo a otro, el de un Estado ausente a uno que siempre está ahí, que construye carreteras, espacios habitacionales, etc.”, comentó.
Para ella, “a pesar de los ingresos por el petróleo sigue escasa la inversión en la educación, salud, turismo, a pesar de la actual inversión social y del crecimiento económico del país”.
Con el salón lleno, las exposiciones de los expertos empezaron a dilucidar ideas, cifras y hechos históricos que esclarecieron los motivos por los cuales Rafael Correa ganó las elecciones con el 57,79% de la votación popular.
Simón Pachano empezó su exposición con una idea clave: “candidatos sin partidos y partidos sin sistema”. El análisis de Pachano fue electoralmente teórico. Su estudio simplificó la evolución temporal en las preferencias electorales, a través de una comparación entre los resultados de 2009 y 2013.
Pachano, rodeado de cifras que a rato le cubrieron el rostro, llegó a una conclusión: “hay organizaciones políticas como PAIS, en donde el liderazgo del candidato influye en la votación de partido o viceversa, como es el caso del pastor Nelson Zavala, pues su ex Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) tiene más presencia que el candidato”.
El catedrático enfatizó que “el índice en las elecciones pasadas tendió a ser más bajo al de elecciones anteriores; es decir, todos los candidatos tienen mejor distribución territorial, de la que tenían en elecciones anteriores”. Y agregó que en estos comicios “hubo mayor participación de organizaciones políticas en las provincias, por lo que indicó que existió mayor fracción de los votantes”.
Menos formal, Franklin Ramírez, profesor de la Flacso, basó su exposición en las variables del volumen de votación que tuvo PAIS. Planteó dos ideas; la primera sobre la influencia del voto de Correa, a partir de cuatro variables: gestión económica, economía global y su manejo favorable, además de la lucha con la pobreza e interés político.
Analizó la organización interna que influyó para que la ciudadanía tuviese mayor interés por votar, esto a partir de tres elementos: los sucesos del 30 de septiembre, la consulta popular de 2011 y la desconexión del Gobierno con las grandes organizaciones sociales e indígenas.
Y alertó de algo que sorprendió a muchos: hay la posibilidad de que el Ecuador que votó por PAIS y Correa esté más interesado en la política y con un gran peso en la clase media.
El estudio del historiador Juan Paz y Miño se enfocó en la campaña ideológica que llevaron ciertos medios, con el objetivo de realizar posicionamientos políticos para que la ciudadanía actué de determinada manera. Paz y Miño se refirió a los libros electorales publicados por personajes de la oposición como Carlos Vera, Guillermo Lasso, Marcelo Dotti, Oswaldo Hurtado, entre otros.
“Las visiones de los libros que hablaron del Gobierno de Correa fueron derrotados el 17 de febrero. La ciudadanía no se tragó ese cuento y sus contenidos perdieron credibilidad”, concluyó.