El rotativo The Guardian publicó ayer un editorial, de su articulista Jayati Ghosh, que reconoce el proceso político que desarrolla el Ecuador a partir de la llegada de Rafael Correa a la Presidencia de la República.

Con el título “¿Ecuador podría ser el lugar más radical y emocionante en la Tierra?”, la articulista de origen indio indica que “hace una década, el Ecuador era una república bananera, un desastre económico. Hoy en día, tiene mucho que enseñar al resto del mundo”. El texto continúa asegurando que “un importante punto de inflexión llegó al país con la elección del economista Rafael Correa como presidente. Después de hacerse cargo en enero de 2007, su gobierno marcó el comienzo de una serie de cambios, sobre la base de una nueva Constitución, la vigésima del país y aprobada en 2008”.

En este punto, Ghosh destaca uno de los pilares que, para ella, son la base de la llamada “Revolución Ciudadana”. “Una característica distintiva de los cambios que han ocurrido desde entonces es que las políticas más importantes han sido previamente sometidos a proceso de referéndum.  Esto ha dado al Gobierno la capacidad política para asumir los grandes intereses creados y poderosos grupos de presión”, afirma la editorialista de The Guardian, que se ocupa de analizar los procesos políticos y económicos de América.

El texto prosigue con un análisis detallado de las acciones económicas emprendidas por el Ejecutivo. Se destaca que “una nueva ley, en julio de 2010, cambió radicalmente los términos (de la explotación petrolera), el aumento de la participación del Gobierno del 13% al 87% de los ingresos del petróleo bruto”, lo que llevó a que los ingresos del Estado ecuatoriano  aumentaran en $ 870 millones en 2011.

Un segundo punto -y el más resaltado en la publicación- es que “el régimen logró un dramático aumento de la recaudación tributaria directa”.

De la misma manera se destaca el aumento en la inversión social que “ha permitido progresos reales hacia los objetivos constitucionales de la educación gratuita en todos los niveles, y el acceso a asistencia sanitaria gratuita para todos los ciudadanos”.

La articulista cierra su editorial asegurando que “no es probable que haya conflictos con aquellos cuyos beneficios y el poder se ven amenazados, así como otros obstáculos en el camino. Pero para aquellos que creen que no estamos condenados al statu quo sombrío, y que las sociedades pueden hacer las cosas de manera diferente, lo que está sucediendo en el Ecuador es una fuente de inspiración e incluso orientación”.