Quito-Balsas-Cuenca-Babahoyo-Loja

Pérdidas incalculables, centenares de cultivos arrasados, viviendas destruidas y al menos una docena de víctimas mortales en el territorio ecuatoriano deja el temporal que afecta a 8 países de la región.

A escala nacional, el desastre suma cada día nuevas zonas. Así, mientras la semana pasada se reportaban graves inundaciones en Santa Rosa y Huaquillas (en el llano orense), en las últimas horas, Piñas y Balsas -en su orden (parte alta)- son las áreas ahora afectadas.

En el norte de Guayaquil se presentó una tormenta eléctrica a las 17:30 del jueves. Además, fuertes lluvias inundaron vías y causaron congestión vehicular. En sectores como Urdesa, Miraflores, Garzota, Vernaza Norte y Sauces las calles quedaron anegadas. Además, avenidas como Las Aguas, las Américas y Carlos Julio Arosemena registraron trancones.

En el aeropuerto José Joaquín de Olmedo se suspendieron las operaciones cerca de las 18:00 debido a las condiciones meteorológicas adversas. Aproximadamente una hora después se retomaron los vuelos.

La Empresa Eléctrica informó que la alimentadora Plaza del Sol sufrió una interrupción debido a la lluvia, lo que ocasionó un apagón en ciudadelas del norte de la urbe. En la ciudadela El Cóndor los bomberos atendieron un conato de incendio en una vivienda cerca de las 19:00, presuntamente originado por la caída de un rayo. El incidente solo causó daños materiales.

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El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) entregó un boletín de alerta a las 18:30, en el que comunica: “Se están presentando precipitaciones entre moderadas y fuertes acompañadas de tormentas eléctricas y ráfagas de viento en localidades de la provincia del Guayas, Los Ríos y sur de la provincia de Manabí. Se prevé que también se den precipitaciones importantes en estas provincias”.

Emergencias

En otros lugares, en cambio, como la vía Alóag-Santo Domingo, la situación se complica en vez de mejorarse. La Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) declaró la alerta naranja. En esta carretera se produjeron deslaves desde la semana pasada que sepultaron a 3 vehículos. La zona será declarada camposanto, confirmó el presidente de la República, Rafael Correa.

La SGR dispuso que se amplíe la zona de riesgo desde el sector de La Palma, hasta las cercanías de Villa Aidita, en un área de 185 kilómetros.  

En tanto, durante la tarde de ayer, el Gobierno Provincial de Pichincha empezó con la  detonación de las rocas que obstaculizan el paso en el kilómetro 28. Según la Prefectura, en este punto de la vía cayeron alrededor de 30 mil metros cúbicos de tierra.

Desde el centro del país, el presidente Correa informó que el Gobierno no abrirá la vía Alóag-Santo Domingo, mientras la situación no sea segura. “Estamos recibiendo presiones para que en Semana Santa esté abierta; ojalá, pero si no es segura, no permitiremos que se abra”, dijo.

En la parroquia de Alluriquín, también en alerta naranja, se registraron más deslaves. Dentro de las acciones del Municipio de Santo Domingo se prevé emitir una ordenanza que prohíba las construcciones en la zona del talud y se trabaja al momento en la ayuda a las personas que desean evacuar voluntariamente. Hasta ahora hay 100 personas en albergues del Patronato Municipal, que canaliza ayuda solidaria para los afectados, que suman 250.

Víctor Manuel Quirola, alcalde de Santo Domingo, dijo que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) debe hacer un estudio que determine el nivel de riesgo en la zona y así proponga alternativas para reubicar algunos sectores.

En Balsas (El Oro) el panorama es desalentador para sus habitantes por la falta de agua potable, el alcantarillado colapsado y las calles llenas de fango. Han pasado dos días de la inundación, pero la destrucción es irremediable. Los habitantes corren con ollas o baldes tras los tanqueros repartidores para abastecerse del líquido.

Judith Guzmán, con lágrimas, reclamó al alcalde Andrés Pinto por la falta del fluido. Aprovechó la presencia de la ministra de Gestión de Riesgos, María del Pilar Cornejo, para pedirle una solución definitiva a esta escasez que desespera a la población.

Según el último reporte del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), son 70 casas las que fueron afectadas por la corriente. 24 de ellas tienen fisuras y paredes caídas, por lo que se recomienda su demolición, indicó Iván Rivadeneira, director distrital de la cartera de Estado.

El funcionario dijo que hasta al mediodía de ayer se encontraban albergadas 38 familias, que comprenden 146 personas.

En la provincia de El Oro suman 381 personas alojadas por las fuertes lluvias. Los cantones más afectados son Santa Rosa, Huaquillas, Piñas y Balsas.

En Los Ríos, grandes extensiones de sembríos cercanas a los cantones Babahoyo y Montalvo están sumergidas por el desbordamiento de los caudales. La Prefectura, el Municipio de la capital fluminense y el Ministerio de Inclusión Económica y Social, unen sus esfuerzos para ayudar a las familias damnificadas.

El alcalde Johnny Terán informó que, por el lapso de 6 horas, cayeron  cerca de 150 mm de agua por metro cuadrado en la capital provincial.

Autoridades instaladas en el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) recomendaron reubicar a las familias asentadas en el recinto babahoyense de El Saltadero. Esta comuna está en zona de riesgo.

Destrucción en otras zonas

En la parroquia azuaya de Asunción, una vivienda quedó destruida tras los intensos aguaceros. Luis Solano, teniente político, indicó que no pueden llegar el sitio conocido como Pichanilla, por cuanto la vía está interrumpida con árboles y piedras que se han desprendido de la montaña.

El COE provincial se mantiene en alerta. El gobernador del Azuay y presidente de este organismo, Leonardo Berrezueta, afirmó que se analiza la posibilidad de declarar en emergencia a la zona debido a las fuertes lluvias.

Mientras, en Celica, provincia de Loja, una decena de viviendas quedó anegada por el desbordamiento de varias quebradas. El COE cantonal, presidido por el alcalde Manuel Orbe Jumbo, dijo que se mantienen en sesión permanente y pidió calma.

La casa de Elio Jimbo, en la cabecera parroquial de Sabanilla, sufrió daños. El viento y el agua arrasaron con la cubierta de zinc y la estructura de madera, respectivamente.

DATOS

Los ECU-911 de Ambato (Tungurahua y Pastaza), Nueva Loja (Sucumbíos) y Macas (Morona Santiago) indicaron ayer que las vías están expeditas al tránsito.

La carretera Hollín-Loreto-Coca está cerrada solo al paso de vehículos pesados. Mañana la restricción será total y las rutas alternas son: Coca-Lago Agrio-Quito y Coca-Lago Agrio-Baeza-Tena.

En el sector conocido como Tangula, ubicado en la vía El Empalme-Macará, maquinaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) trabajaba ayer para despejarla de un alud de lodo y piedras.

Ocho casas resultaron afectadas en la parroquia Quimiag, provincia de Chimborazo, a consecuencia de un alud. En esta misma zona, un vehículo quedó destruido tras el desbordamiento del río Puculpala. Entes de socorro atendieron ayer a los damnificados.