Ecuador logra evitar desastres y ahorrar gracias a la gestión de riesgos
Gracias a la implementación de un Plan de Gestión de Riesgos, Ecuador ha logrado no sólo evitar desastres mayores, como inundaciones, sino que ha conseguido ahorrar 9,5 dólares por cada dólar invertido en prevención.
"Entre 2008 y 2012 las precipitaciones fueron el doble de lo registrado en los cuatro años anteriores y, sin embargo, las inundaciones fueron un tercio de las registradas en el mismo periodo. Eso es gracias a la implementación del Plan de Gestión de Riesgos", señaló la ministra María del Pilar Cornejo, de la Secretaria Nacional de Gestión de Riesgos del Ecuador.
La ministra se encuentra esta semana en Ginebra participando de la cuarta Plataforma Mundial para la Reducción de Riesgos organizada por Naciones Unidas.
Según la evaluación de la Secretaria, desde que se puso en marcha el Plan, en 2009, por cada dólar invertido en prevención se ha podido ahorrar 9,5 en gasto para paliar las consecuencias de un desastre natural, algo muy común en un país tan diverso como Ecuador.
"Vivimos en un país multiamenaza, por lo que tenemos que estar preparados para hacerle frente a todas" ellas, agregó la ministra.
En Ecuador existen varios volcanes activos; el país está situado en la Falla de Fuego Andino, "todos los días sentimos sismos"; padecen riesgo de tsunamis; deslizamientos; y oleajes erosivos.
"Históricamente tenemos estación de destrucción de playas y otras de construcción, pero con el cambio de periodicidad de las tormentas en el Pacífico Norte tenemos más destrucción que construcción porque se ha incrementando el oleaje erosivo", explicó Cornejo.
La ministra afirmó que el mayor peligro al que se enfrentan son los fenómenos hidrográficos extremos, ya sean sequías o inundaciones, "que se han exacerbado con el cambio climático".
"Pero desde que se implementa el Plan, hemos visto un gran cambio, porque ahora hay más consciencia entre la población de los riesgos que enfrenta y como pueden evitarlos o mitigarlos".
Y como ejemplo, Cornejo citó el caso de que tras el último tsunami en Japón, en marzo del 2011, las autoridades ecuatorianas evacuaron como precaución a 240.000 ciudadanos que residen en zonas costeras "sin ningún problema".
"Otro ejemplo es el del volcán Tungurahua, cuando se enciende la alarma naranja es una evacuación preventiva, y cuando es roja es obligatoria. En las dos últimas alertas que hemos tenido en la zona, la gente ha huido por su propia voluntad, sin necesidad de intervención de las Fuerzas Armadas, porque han tomado conciencia del peligro".
Dicho esto, la ministra asumió que aún queda mucho por hacer, y que aún deben involucrar más a las mujeres y a los niños y jóvenes.
Asimismo, colocó en el "debe" la necesidad de aprobar una ley para incluir la gestión de riesgos en la legislación, aunque recordó que "Ecuador es el único país que tiene la gestión de riesgos incluida en la Constitución".