Actualmente viven en el país alrededor de 54.000 refugiados reconocidos por el Gobierno del Ecuador. El 98,04% son personas colombianas que han huido del conflicto del vecino país. El 60% de ellos vive en zonas urbanas del país y alrededor del 70% son mujeres, niños, niñas y adolescentes.

Esta cifra coloca al país andino, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), como el mayor receptor en América Latina, en relación a su densidad demográfica.

Otros países de la región que acogen refugiados son Argentina (3.233), Bolivia (689), Brasil (4.239), Colombia (151) Costa Rica (12.200), Guatemala (120), México (1.226), Paraguay (89), Perú (1.120), Uruguay (181) y Venezuela (1.364), según Acnur.

El sábado pasado, durante su enlace ciudadano, el presidente Rafael Correa indicó que el Gobierno ha endurecido los requisitos para la entrega del estatus de refugio, con el objetivo de que lo reciba "quien verdaderamente lo merece".

Correa también indicó que en el último año se ha reducido a la mitad la solicitud de refugio en el país respecto a las peticiones recibidas en 2010.

Según estadísticas oficiales, entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2010 se recibieron 12.965 solicitudes de refugio por parte de colombianos, 1.590 de cubanos, 426 de peruanos y 190 de haitianos.

Mientras que en el mismo periodo de este año sólo se han recibido 6.128 solicitudes de colombianos, 332 de cubanos, 65 de peruanos y las peticiones de haitianos han caído a la mitad.

Según explicó a la agencia EFE Juan Villalobos, coordinador de Incidencia Pública del Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM) en Ecuador, unos 1.500 colombianos cada mes y 18.000 al año entran en Ecuador con alguna necesidad de protección internacional.

"Es gente amenazada" que abandonó sus tierras, en muchos casos, "apenas con lo que llevaban puesto" y que llegan a un país extraño, en el que "no conocen a nadie" y que ven cierto recelo de sus vecinos para acogerlos, señaló el activista.

Para Villalobos, a ello ha contribuido la prensa, que ha creado "escándalos" con noticias de delitos en los que están involucrados extranjeros, sobre todo colombianos, lo que genera una percepción xenófoba en la conciencia ciudadana.

Consideró que quienes cometen delitos deben ser castigados por la justicia, independientemente de su nacionalidad o condición, pero no se puede generalizar la percepción de inseguridad con la inmigración y peor con el refugio.

Por eso, el Servicio Jesuita lleva adelante una campaña que convoca a los ecuatorianos a "convivir con solidaridad" y reconocer el valor de lo diverso, agregó Villalobos, quien afirmó que la mayoría de refugiados ha encontrado trabajo o ha emprendido negocios, lo que contribuye al desarrollo nacional.

De su lado, el director de Refugio de la Cancillería ecuatoriana, José Sandoval, subrayó que para atender a los refugiados se requiere de una "responsabilidad compartida" de toda la comunidad internacional, para la financiación de proyectos en las zonas de acogida y también en el "reasentamiento" de algunos de ellos en otros países por razones de seguridad.

Sandoval precisó que el Gobierno ecuatoriano ha desplegado grandes esfuerzos para atender a los refugiados, con educación, salud y hasta la entrega de subsidios o ayudas estatales, basado en el principio constitucional de la "libre movilidad humana".

Por ello, afirmó que "Ecuador es un paradigma a nivel mundial de solidaridad" y destacó el programa de "Registro Ampliado de Refugiados", que ejecutó el Gobierno entre 2009 y 2010 y que agilizó la entrega de documentos a unos 40.000 colombianos.

Según la Acnur, el 80 por ciento de los refugiados en el mundo se encuentra en los países en desarrollo, que soportan el mayor peso de los problemas que acarrean, a pesar de lo cual los sentimientos negativos en su contra crecen en los países ricos, dijo hoy la ONU.