El Gobierno de Ecuador destacó hoy la "apertura interesante" de la Unión Europea para negociar un Acuerdo de Comercio para el Desarrollo, en lugar de los Tratados de Libre Comercio suscritos con Colombia y Perú.

"Hay una apertura interesante, un reconocimiento de que las realidades de Ecuador son distintas a Colombia y Perú", que sí aceptaron firmar un TLC con la Unión Europea, afirmó hoy en una rueda de prensa la ministra ecuatoriana coordinadora de la Producción, Natalie Cely.

Ella viajó recientemente a Bruselas para conversar con los europeos sobre una eventual reanudación de las conversaciones bilaterales, que fueron suspendidas en 2009 cuando se llevaba a cabo la denominada "negociación multipartes" con Colombia y Perú.

Los de Ecuador son "márgenes distintos" a los que pudieron presentar Bogotá y Lima, "por lo que no podemos unirnos al acuerdo multipartes", señaló Cely.

Dijo que un Acuerdo comercial de Desarrollo toma en cuenta las particularidades de la negociación, las asimetrías y el interés nacional, mientras que el TLC incluye un conjunto de disciplinas a negociar sin excepción.

El objetivo del Acuerdo para el desarrollo es convertir al comercio en un "instrumento para transformar la matriz productiva" del país, para reducir la "vulnerabilidad externa de nuestra balanza de pagos" y para "eliminar barreras al comercio preservando el espacio para políticas públicas nacionales", añadió.

Además, dijo que un Acuerdo para el Desarrollo busca, sobre todo, "la inclusión productiva de actores muy pequeños que generalmente han sido excluidos del comercio exterior".

Agregó que este tipo de negociación incluye también un pilar de diálogo político, sobre temas claves y comunes, así como otro sobre cooperación alineada con el fortalecimiento de las capacidades productivas del país, especialmente a través de la transferencia de tecnología.

Por otra parte, la ministra se refirió a la renovación hasta 2014 del Sistema General de Preferencias arancelarias de Europa, denominado SGP-Plus, que beneficia a productos nacionales, aunque llamó la atención sobre un reglamento que lo establece y que aún no ha sido aprobado por el Parlamento Europeo.

Dicho reglamento, señaló Cely, introduce nuevos elementos "que no son ventajosos para Ecuador", por lo que el Gobierno de Quito prepara un documento que será presentado a los europeos.

Se trata de una "cláusula de graduación" de aranceles según la posición de un país en la estadística de renta per cápita.

Ecuador, dijo, se ubica en la zona de los países con renta "media-baja", pero si llega a subir de escalón, por tres años consecutivos, esa posición podría no ser beneficiosa respecto al SGP-Plus.

Los países de la zona media-baja de la estadística están entre los 996 dólares y los 3.945 dólares de renta por habitante, precisó la ministra, tras señalar que Ecuador, con un indicador de 3.690 dólares, está "muy cerquita del tope".

Los que tienen un nivel de renta media-alta van de 3.946 a 12.195 dólares, precisó Cely.

Además, otro punto que a Ecuador le preocupa sobre el reglamento europeo es la aplicación de una salvaguarda para productos agrícolas y textiles que no constaba, añadió.