Dilma y Amado destacan como valioso el proceso político y social de Ecuador
Sao Paulo / Brasil.-
“Tu victoria demuestra una clara opción por el desarrollo con justicia social”, fue la frase que eligió la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, para ponderar el modelo aplicado por su par ecuatoriano, Rafael Correa, y a la vez felicitarlo por la segunda reelección obtenida el domingo pasado.
Un portavoz del Palacio del Planalto, sede del gobierno brasileño, detalló a El Telégrafo que Rousseff y Correa conversaron telefónicamente durante unos diez minutos. Ambos mandatarios intercambiaron ideas sobre las relaciones bilaterales y sobre el escenario regional sudamericano. El motivo de la conversación fue un llamado de la mandataria brasileña para felicitar a su par por la victoria.
A juicio de Rousseff -y así se lo dijo a Correa- la reelección del presidente sudamericano “representa una victoria no tan solo para la democracia en Ecuador, sino también para toda la región”, dijo el portavoz gubernamental.
Por su parte, Correa invitó a su colega brasileña a visitar Ecuador y a reforzar las relaciones Brasilia-Quito. “La invitación fue aceptada, pero aún no existe fecha”, precisó la fuente.
En términos domésticos, el escenario vivido en Ecuador es contemplado como una referencia de cara a las elecciones de octubre de 2014 en Brasil, para la primera mujer jefe del Estado de la principal economía latinoamericana. En ese sentido, el presidente del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), Rui Falcao, afirmó ayer que Rousseff es candidata a la reelección el próximo año.
“La presidenta Dilma es nuestro nombre y su candidatura será homologada en su debido momento”, anticipó Falcao. La presidenta tiene una popularidad personal cercana al 70%, según las encuestas, y es el Plan ‘A’ de la coalición gobernante para los comicios de 2014. El Plan ‘B’ es el jefe político de la mandataria, el ex presidente Luiz Lula da Silva, quien aclaró que solo podrá ser candidato en caso de una desistencia de Rousseff.
Ella lanzó ayer en Brasilia lo que se considera puede llegar a ser una de sus marcas de gestión: el plan Brasil Sin Miseria, que pretende identificar a los que aún están fuera del sistema de los programas sociales. Ella firmó el decreto para beneficiar a 2,5 millones de personas consideradas miserables económicamente.
Y reveló que en sus dos años de gestión, 22 millones de brasileños dejaron la extrema pobreza. “Brasil está dando vuelta a una página decisiva de nuestra larga historia de exclusión social”, afirmó. Según el gobierno, se estima que unos 700 mil indigentes están fuera de los planes sociales instalados en 2003, durante el gobierno de Lula.
El partido de gobierno en Brasil consideró que la reelección de Correa “significa la continuidad de un gobierno aliado de Brasil, en la política de integración regional, de un gobierno, como el nuestro, con preocupaciones centrales en ampliar la democracia, el bienestar social, la soberanía nacional y la integración regional”, dijo a El Telégrafo Valter Pomar, miembro del Directorio Nacional del PT y secretario ejecutivo del Foro de Sao Paulo, que agrupa a la izquierda latinoamericana.
Según Pomar, la victoria de Correa refuerza la posición del Mercosur, de la Unión Sudamericana de Naciones (Unasur) y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). “Yo creo que en el próximo mandato, Ecuador se convertirá en miembro pleno del Mercosur”, subrayó. Y enumeró como logros importantes de la gestión de Correa “los avances en soberanía (Base de Manta), en democracia (Constitución, comunicación social) y el bienestar social de la población”.
La posibilidad de ampliación del Mercosur también fue apuntada como estratégica para Brasil por el cientista político Francisco Carlos Teixeira, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). “Para Brasil la continuidad de Correa vale la pena”, comentó a El Telégrafo.
Teixeira sostuvo que la geopolítica brasileña se beneficia con la victoria de Correa como contrapunto a la Alianza del Pacífico, un bloque comandado por México al que se adhirieron Perú, Chile y Colombia. “Brasil, con Argentina, comparte la percepción de que la Alianza del Pacífico es una manipulación hecha por Estados Unidos”, dijo.