Deudas de Rivera detienen administración de la FEUE
La actual directiva de la Federación de Estudiantes Universitarios del Ecuador (FEUE), presidida por Carlos Torres, arrastra con los problemas de sus antecesores: pagos incumplidos al fisco, un presupuesto gastado pero no justificado y una investigación de auditoría interna en marcha.
Una situación similar se dio cuando el actual rector de la Universidad Central del Ecuador, Edgar Samaniego, tomó posesión del cargo a inicios de 2009. Su antecesor dejó su oficina sin un solo documento que respalde su gestión económica y administrativa.
Samaniego no ha pedido una auditoria global de los 12 años de gestión del ex rector Víctor Hugo Olalla. Dice que al iniciar su rectorado concentró sus esfuerzos en lograr que la justicia sancione a los involucrados en los hechos de violencia ocurridos el 8 de diciembre de 2009, cuando representantes de la FEUE de ese entonces atacaron a las autoridades de la institución durante una sesión del consejo estudiantil.
Lo que sí solicitó Samaniego fue una auditoría académica y administrativa de la Facultad de Filosofía, para desaparecer seis carreras de supuesta “concentración política” bajo el dominio del Movimiento Popular Democrático (MPD). Sobre este tema, mañana este diario publicará un informe completo.
Con la salida de Marcelo Rivera, ex dirigente del gremio estudiantil, los actuales representantes encontraron que el Servicio de Rentas Internas (SRI) inhabilitó el Registro Único de Contribuyentes (RUC) de la FEUE, que acumula 800 dólares en multas por falta de declaración de impuestos desde 2004. Esa deuda hasta el momento no ha sido cancelada. Por tanto, la Universidad no le puede transferir un solo centavo.
Luego de una reunión mantenida hace pocos días entre Torres y autoridades del SRI, se habría habilitado su RUC bajo la condición de cumplir con las declaraciones mensuales; pero todavía no se ha definido, según el dirigente, cómo se pagará la deuda de $ 800 que mantiene el gremio ante la autoridad tributria. Torres aseguró que dicho pago deberá asumirlo la anterior administración, bajo las acciones legales correspondientes.
Además de la falta de documentación que respalde los gastos anteriores, la actual dirigencia encontró que las reuniones de trabajo de la federación se realizaban en una oficina deteriorada.
En una bodega, junto a la anterior oficina de la FEUE, permanecían archivados documentos y materiales impresos pertenecientes a los representantes del Frente Revolucionario de Izquierda Universitaria (FRIU) y solo integrantes de ese gremio podían abrir el candado.
Ningún representante del movimiento estudiantil Nueva Universidad (de la actual administración) se percató del material que allí había. “Nosotros no tenemos ni un solo documento de la gestión económica y administrativa de la FEUE. Asumo que cuando les pedimos que saquen sus cosas se llevaron todo”, explicó.
Carlos Carvajal, ex presidente de la FEUE, negó que su administración haya dejado gastos no justificados ante la Contraloría General del Estado y aseguró que cada desembolso, contó con la aprobación de las autoridades de turno.
Durante sus dos años de administración, estima que recibió de la Universidad $ 50.000 para gastos administrativos y proyectos. Estos recursos se habrían utilizado en la creación de una radio estudiantil en la Facultad de Filosofía; talleres de capacitación y congresos de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae).
En cuanto a la Caja Solidaria, (dependencia de la universidad destinada a dar ayuda a situaciones académicas emergentes), la FEUE utilizó $ 13.117, de los cuales Carvajal indicó que solamente alrededor de 3.700 dólares se destinó para difundir internamente este servicio, el resto de los fondos los habría invertido Rivera para publicidad en un medio de comunicación privado.
La politización de la Universidad entra al debate
La gestión de Rivera, quien ahora cumple una condena de tres años de prisión en Lago Agrio, acusado de terrorismo, no sólo dejó complicaciones administrativas a la actual FEUE, sino que quedan rezagos de una universidad partidizada, ya que gran parte de los estudiantes aún identifican a la FEUE como sinónimo del MPD, como lo comentan las actuales autoridades estudiantiles de las diversas facultades.
Frente a esto, Torres inició un trabajo de reconciliación entre el estudiante y la federación para que se sientan parte de ésta y no la vean como un movimiento político.
Asambleas universitarias y debates ideológicos en las distintas facultades son parte de las estrategias que aplican. “Queremos que los estudiantes sepan que su federación fue secuestrada por un movimiento político como el MPD, pero eso ahora es diferente”, dijo Torres.
Jhonny Tamayo, secretario de Asuntos Intergremiales de la FEUE, directiva-nacional, y militante de una de las agrupaciones afines al MPD, advirtió que desde que la nueva administración asumió el cargo son mayores las inconformidades del estudiantado frente a la realidad que se vive dentro de la Universidad, de la que niega que haya estado comandada por el MPD, ya que ni representantes de la federación ni autoridades universitarias han sido militantes de ese partido político y que la representación de la FEUE estuvo en manos del FRIU por elección democrática.
Para Tamayo, ahora el temor de los estudiantes está en la mala aplicación de la gratuidad que se ve afectada por comportamientos discriminatorios de las actuales autoridades académicas o docentes.