Fidel L., quien ejercía sus labores como gendarme en Manabí, fue degradado de sus funciones por ser el presunto asesino del taxista José Moreira, quien recibió un impacto de bala el pasado 20 de mayo.

El sospechoso ingresó la tarde de ayer a los patios de la Unidad de Vigilancia Comunitaria de Portoviejo con su traje de policía y en el acto de degradación le fue quitado su cargo de miembro del orden.

El Ministro del Interior, José Serrano, y el comandante general de la Policía Nacional, Rodrigo Suárez, despojaron al acusado de las palas de su traje, insignias de mando, su jockey (gorro) y demás implementos. Luego, el hombre ingresó a un cuarto y salió vestido de reo, con lo que se completó la degradación.

“Aquí en Manabí se han conseguido resultados importantes en temas de seguridad; resulta que ahora tenemos que sancionar de la manera más severa y drástica a un mal policía. Que la justicia haga su trabajo es lo que nosotros aspiramos. Se han dispuesto dos investigaciones: una relacionada con el ingreso del funcionario a la institución, porque esta persona ya había reprobado en un proceso de ingreso anterior; y otra vinculada con el arma policial que llevaba consigo”, dijo Serrano.

El acto se realizó en el comando provincial en presencia de más de 200 gendarmes, quienes le dieron la espalda a Fidel L. como rechazo al delito del que se lo acusa.