La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades) presentó ayer el libro Los constructores del Estado nacional 1830-2010. En el cerebro político del Ecuador. El texto fue elaborado por Patricia de la Torre, quien actualmente es catedrática de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

De la Torre es doctora en sociología política. El libro le tomó 10 años de investigación en la PUCE, en donde fue docente por 31 años. Concibe a la publicación como "de largo aliento", que es parte de un proyecto ambicioso de análisis sobre la trayectoria del Estado ecuatoriano, en donde indaga la manera cómo se ha formado el Estado, así como quienes han sido los presidentes que han construido el concepto de lo nacional.
Manifiesta que no se debe confundir a los presidentes populistas de quienes sentaron las bases para edificar la república ecuatoriana.

La investigadora sostiene que "la fragmentación del país se supera y desespereza poco a poco". Considera que en el tapete político actual hay un cambio generacional. Afirma que el proyecto político de PAIS es "humanista y nacionalista".

De la Torre sostiene que  la Revolución Ciudadana implicó construir "esta primera fase del proyecto político a lo largo de 6 años, tiempo récord, en donde los procesos anteriores duraban entre 20 o 30 años".

La autora define que el Plan Nacional de Desarrollo 2013-2017 plantea "revertir la matriz productiva para  alejarnos del extractivismo tradicional".

Gustavo Bedón, subsecretario general de Transformación del Estado para el Buen Vivir, señala que la Revolución Ciudadana ha  dado bases en la transformación del Estado democrático y en la construcción del Estado popular, con el objetivo de fortalecer la democracia.

¿Por qué es necesario conocer sobre los constructores del Estado nacional?

Esta pregunta es importante, porque en la vida cotidiana, en la forma en cómo pensamos y construimos la política, tenemos un pensamiento de que todo está mal, de que nada funciona. Los presidentes han defraudado a la ciudadanía, a las poblaciones étnicas. Esta investigación es importante porque la construcción del Estado nacional, que también significa ser ecuatorianos, ha sido un proceso lento de ir hacia ese punto de que todos nos sintamos ecuatorianos, que se haya implantado y expandido hacia todo el territorio ecuatoriano las estructuras nacionales. Con esto quiero poner un ejemplo, hacia algunos años nosotros no teníamos delimitadas las fronteras, en este momento existe una delimitación de las fronteras y una de las características de un Estado es la definición de su territorio. En este momento se están definiendo las fronteras y los territorios intraestatales del Ecuador, que son las localidades, municipios, prefecturas. Recordemos los conflictos que habían en las provincias por no delimitar sus territorios. Entonces, este ejemplo, más la soberanía nacional, que significa querer lo propio y guardar los mejores recursos humanos para el Ecuador versus la injerencia de las trasnacionales petroleras, significa construir el Estado nacional. Este proceso ha durado hasta ahora 180 años, desde que se constituyó la República.

¿Qué  es lo nacional?

Lo nacional es que todos los ecuatorianos tengamos una identidad afectiva, de cultura, de vínculos que significa ser ecuatoriano. El ser ecuatoriano ha sido uno de los problemas de carencia de identidad porque más nos inscribimos en decir: "soy de Guayaquil", "soy negro, soy indígena" y es diferente cuando tenemos una noción de decir: "soy ecuatoriano, pero soy indígena". Es parte del paradigma del Estado tener una unificación identitaria, que es ser ecuatorianos.

¿En qué punto de la construcción de la democracia estamos?

La democracia ha sido fallida, en un proceso de  construcción, que todavía no concluye. Es un proceso inacabado y en este sentido tenemos que entender los ecuatorianos cómo la democracia se va construyendo paulatinamente. Yo no podría decir que está plenamente construida o no lo está, lo que puedo decir es que es una democracia deficitaria todavía.

¿En qué punto estamos entonces?

Estamos en un proceso de edificación. En el momento en que los ecuatorianos nos sintamos ecuatorianos, con deberes y derechos y con nociones de ciudadanía y de respeto al otro, yo creo que empezaremos a tener síntomas de una democracia real y participativa, esto no existe todavía.

¿El proceso de Revolución Ciudadana, encaminada por el presidente Rafael Correa, va en ese camino?

Sí, el gobierno anda en eso cuando ha puesto como una meta en sus primeros siete años la construcción del Estado, que es la edificación del Estado.

¿Por qué es necesario dividir a nuestra historia entre presidentes populistas y democráticos?

En un gobierno republicano como el nuestro, todos aspiramos como paradigma la democracia. Pero hay que distinguir lo que es la democracia de papel y la real.

¿Cuál es la diferencia?

Las cartas constitucionales todo el tiempo están diciendo que el Ecuador es un país democrático, pero otra cosa es sí en la práctica, en la vida cotidiana, en los segmentos de la sociedad y los sectores políticos, esa democracia se práctica y allí hay un foso profundo.