El ex gobernador del Guayas, Roberto Cuero, rompió ayer el silencio para reclamar por lo que consideró una persecución racista en su contra.

“Querían mi cabeza. Ya la tienen. Ya estoy fuera de la Gobernación. ¿Qué más quieren?”, se preguntó Cuero al inicio de una rueda de prensa ofrecida ayer en su domicilio, al sur de Guayaquil.

Escoltado por su esposa, su sobrina y su abogado, Cuero, visiblemente afectado, se quejó por los intentos de perjudicar a su familia. Concretamente se refirió a la denuncia presentada el lunes por el asambleísta del MPD, Jorge Escala, en la Fiscalía del Guayas.

El legislador habló de una supuesta violación ocurrida en la casa que Cuero posee en Playas,  vivienda que ha saltado a la polémica por tener una piscina en sus instalaciones. “Con esto quieren decir que un negro no puede tener una casa en la playa”, reclamó en voz alta Cuero frente a los micrófonos.

El ex funcionario contó que esa villa estuvo deteriorada durante mucho tiempo, por lo que en sus ratos libres la limpiaba. Para esta tarea pidió ayuda a su sobrina política, quien en una ocasión llevó a una amiga.

Las dos durmieron, según relató, en una habitación sin ningún  problema. Pero ahora, la joven denuncia una violación. “Sabemos que en los próximos días se retractará. Ella tenía muchos problemas en aquel momento”, indicó el ex representante del Ejecutivo en la provincia.

Por esta versión, Cuero se quejó de la intención de hacerle daño, de perjudicar su reputación y la de su familia. “No me quedaré callado”, advirtió.

En ese sentido, anunció que interpuso una demanda por injurias contra el subteniente Diego Valencia, de la Policía Nacional. El uniformado fue quien firmó la cartilla en la que asegura que Cuero se portó déspota cuando se acercó a cerrar un centro de diversión nocturna donde estaban él y la ex comisaria de Policía, Jacqueline Hurtado.

El abogado de Cuero, Lenín Arroyo, dijo que al calificarse a su cliente como déspota se le endilga la comisión de un delito: abuso de autoridad. Y añadió que al ser esto falso, se interpuso la acción.

Sobre su situación política, Cuero reafirmó su apoyo al actual Gobierno. Si continúa en el buró de PAIS y en la dirigencia provincial dependerá del movimiento, informó.

Aprovechó la oportunidad para respaldar a su sucesora, Viviana Bonilla.
En cuanto al escándalo de corrupción descubierto en las comisarías de la Policía, aceptó la responsabilidad política del caso. “Por eso estoy fuera. Yo creo que debía dar un paso al costado”, reconoció el ex gobernador.

Sin embargo, aclaró que si los operativos de control a los bares y discotecas aumentaron fue por propio pedido de los dueños de los locales. “Revisen las cifras, miren cómo bajaron los índices de delincuencia en esos lugares”, dijo.

Puso como ejemplo el operativo realizado en los bares de La Puntilla. Los dueños de esos locales se habían quejado por borrachos en la vía pública y venta de droga. Por ello se hizo el control. Cuero dijo que así se actuó siempre y si hubo alguna irregularidad, los comisarios sabrán responder.