El incremento repentino del caudal de los ríos Blanco, Quinindé y Esmeraldas movilizó a los organismos de socorro, para atender las llamadas de auxilio de las familias cuyas viviendas se inundaron la tarde del viernes.

En Esmeraldas, el río ingresó unos cuarenta centímetros a las partes bajas de la isla Luis Vargas Torres.

Unas 200 casas fueron afectadas por el agua, lo cual obligó a sus propietarios a ponerse a buen recaudo y a alzar sus principales enseres.

En Quinindé el percance obligó a suspender el bombeo de agua potable desde el mediodía por la turbulencia del río Blanco.

“Los ríos Blanco y Quinindé están totalmente desbordados y se realiza el monitoreo permanente. Estamos concentrados en el sector La Puntilla, donde confluyen estos dos ríos”, manifestó Dolores Villegas, jefa de la Unidad de Gestión de Riesgos del cantón.

También en la parroquia La Unión, de la misma jurisdicción, se anegaron algunas viviendas.
Mientras que en el recinto Palma Real, parroquia Viche, los pobladores protestaron con el cierre de la carretera estatal Esmeraldas- Quinindé. Piden la presencia de maquinaria para evacuar el agua represada en 27 viviendas.

En Milagro, provincia del Guayas, equipo pesado de la Prefectura ejecuta la limpieza y desazolve de canales, para facilitar la rápida evacuación del líquido estancado.

“El nivel del agua del río Milagro llegó a subir hasta 6 metros, aproximadamente. Con la limpieza de canales de drenaje y el desazolve beneficiaremos a más de 10.000 habitantes del área”, manifestó Freddy Hernández, jefe de obra del Gobierno Provincial.

José Cedeño, habitante de Bellavista Dos, expresó su satisfacción por la intervención de la maquinaria del organismo provincial en su zona.

“Con estas lluvias nos hemos inundado. Nuestras cosas flotaban. Gracias a Dios no hemos perdido la vida”, afirmó.