Ecuador no descarta acudir ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya en caso de que Gran Bretaña concretase su amenaza de irrumpir en la Embajada ecuatoriana en Londres, irrespetara la decisión de conceder asilo y no otorgase el salvoconducto respectivo para que el periodista Julian Assange, fundador de WikiLeaks, pueda abandonar Inglaterra y venir al país.

Así lo dejó entrever ayer el canciller Ricardo Patiño, tras anunciar que Ecuador aceptó el pedido de asilo de Assange,  australiano que el 19 de junio pasado se presentó en la Embajada del Ecuador en Londres con esa solicitud.

“El Gobierno, fiel a su tradición de proteger a quienes buscan amparo en su territorio o en las misiones diplomáticas, ha decidido conceder asilo diplomático a Julian Assange, en base a la solicitud presentada al Presidente de la República, mediante comunicación escrita fechada en Londres el 19 de junio de 2012, y complementada mediante comunicación fechada en Londres el 25 de junio del 2012”, señaló el diplomático.

Tras el anuncio, varios de los casi 70 medios de comunicación que asistieron a la rueda de prensa ofrecida a las 07:10 de  ayer, querían conocer: ¿cuál sería el escenario en caso de que el Reino Unido no otorgase el salvocunducto? y ¿cuáles serían las implicaciones diplomáticas y comerciales tras la decisión de otorgar el asilo?

Patiño respondió: “No quiero anticiparme a lo que venga, pero me parece tener claro que se podría recurrir a la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Pero insisto en que las decisiones que tome el Gobierno de Ecuador serán después de que el Reino Unido responda  ante la decisión del país”.    

Baltasar Garzón, ex juez español y actual abogado del fundador de WikiLeaks, en declaraciones al diario El País explicó ayer que si el Reino Unido no le concede el salvoconducto “violará la Convención del Refugiado”. Advirtió con llevar el asunto a la Corte Internacional de Justicia, coincidiendo con Patiño.

Los abogados del australiano insisten en que de concretarse la extradición a Suecia aquello implicaría un traslado ulterior a los Estados Unidos, en donde podría ser condenado, incluso, a la pena de muerte por filtrar documentos secretos del gobierno estadounidense.                    

Garzón criticó en duros términos la  amenaza británica respecto a un posible asalto a la Embajada ecuatoriana para detener a Assange, e instó al Gobierno británico a considerar el riesgo que corre una persona víctima de persecución política. “El Reino Unido va a cumplir sus obligaciones. Podrá debatir jurídicamente si corresponde o no. Nosotros creemos que una vez concedido el asilo y por los motivos que ha sido otorgado es ineludible  otorgarle el salvoconducto”, indicó.

El jurista recordó, además, que el Consejo de Seguridad de la ONU el 29 de noviembre de 2011 brindó su respaldo al propio Reino Unido cuando su sede se vio violentada en Irán y reconoció sin paliativos la inviolabilidad de las sedes diplomáticas. 

También señaló que Assange “está contento, pero también preocupado por la actitud que el gobierno británico manifestó ayer (el miércoles) rodeando la propia Embajada y después indicando que cumplirá sus obligaciones internacionales. En este sentido esperamos y creemos que las únicas obligaciones internacionales que deben cumplirse son las que se derivan de las convenciones internacionales, que garantizan el derecho de asilo y, por lo tanto, otorgan el salvoconducto”.

Sin embargo, según Rafael Quinteros, subsecretario ecuatoriano para Asia, África y Oceanía, no habría alternativa para que Assange viniera al Ecuador si el Reino Unido no le da el salvoconducto. “Conceder o no el salvoconducto es atribución de un Estado. Ninguna ley internacional lo obliga, esa es más bien una obligación moral y ética que tiene frente al derecho humanitario”, explicó.

Quintero estimó que las relaciones comerciales entre Ecuador, Reino Unido y Europa en general no se verían afectadas tras la decisión de conceder el asilo a Assange.

Rodrigo Collahuazo, de la Coordinadora de Movimientos Sociales, dijo que realizarán plantones y vigilias permanentes  para recibir a Assange y para rechazar la amenaza del Reino Unido. “Desde los grupos sociales miramos que si los EE.UU. tienen a los hermanos Isaías que son asaltantes de los dineros del pueblo ecuatoriano, los mantienen allí y no se rompen relaciones, menos se pueden romper relaciones por una cuestión que en Assange refleja la lucha por la libertad de expresión”, señaló.   

Juristas consultados coincidieron en decir que Londres debe respetar la decisión ecuatoriana que se ampara en la normativa internacional relacionada con el asilo y en la Constitución, cuyo artículo 41 estipula: “Las personas que se encuentran en situación de asilo y refugio gozarán de protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos. El Estado respetará y garantizará el principio de no devolución, además de la asistencia humanitaria y jurídica de emergencia”.

Asimismo, el derecho de asilo se encuentra reconocido en el artículo 4.7 de la Ley Orgánica del Servicio Exterior de 2006, que determina la facultad del Ministerio de Relaciones Exteriores del Ecuador para conocer los casos de asilo diplomático  de acuerdo con las leyes, tratados y la práctica internacional.

El asilo diplomático, el refugio (o asilo territorial) y los derechos a no ser extraditado, expulsado, entregado o transferido -a decir de expertos en diplomacia- son derechos humanos equiparables, pues se basan en los mismos principios de protección humana: no devolución y no discriminación, sin distinción.

Paola Pabón, asambleísta de Alianza PAIS, dijo que lo lógico sería unirse para emitir, desde el Parlamento ecuatoriano, una resolución unánime de condena a la amenaza del Reino Unido, pero que sería “vergonzoso” que grupos políticos antepongan otros objetivos y no respalden la  defensa de la soberanía.   

“Sabemos que algunas bancadas han recibido la orientación de no asistir a la sesión extraordinaria del pleno (convocada para  anoche), lo cual  es inadmisible porque no está en juego el proyecto político de la revolución ciudadana  sino la soberanía”, dijo. Destacó que el país  ha dado muestras de unidad no solo en el conflicto armado con el Perú, sino frente al bombardeo colombiano en Angostura, donde “tuvimos la respuesta como un solo puño”.

Con respecto a las reuniones urgentes solicitadas por Ecuador a los organismos de la región y la subregión  para analizar y tomar una postura frente a la amenaza británica, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) resolvió reunirse mañana en Guayaquil, y la Unasur el domingo, en la misma ciudad.

Tras anunciar la concesión del asilo a Assange, Patiño también informó que conversó telefónicamente  con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José María Insulsa, para solicitarle una asamblea extraordinaria. La respuesta fue inmediata y el encuentro se concretó ayer.    

Paralelamente, el Ecuador adoptó varias medidas de protección y de seguridad en su Embajada en Londres. Así por ejemplo, se colocaron varias cámaras en el interior y exterior del edificio de la sede para evitar que alguna persona pretenda violentar las instalaciones y afecte su funcionamiento o, peor aún, pretenda atentar contra la integridad de Julian  Assange.