Nunca antes los ministros habían formado parte del Informe a la Nación: nueve secretarios de Estado, el canciller  y el Vicepresidente de la República hablaron de la gestión. El presidente Rafael Correa optó por la línea estrictamente política.

Minutos antes él mismo lo advirtió por el Twitter:  “Como ya he desarrollado olfato para estas cosas, casi la mitad del Informe de hoy trata sobre la libertad de expresión”.

La expectativa, al interior del recinto legislativo, antes de las 10:00, se concentró en observar y registrar quién asistía de la oposición, cuáles autoridades quedaban fuera, además de identificar quién se sentaba con quién.

Por esta ocasión, el oficialismo y la oposición se sentaron juntos. El asambleísta Ramiro Terán (MPD) aprovechó las cámaras para mostrar la portada de El Universo que hacía alusión a la libertad de expresión.

César Rodríguez fue pifeado por los asistentes, mientras que los legisladores  Virgilio Hernández, Rosana Alvarado e incluso el fiscal General, Galo Chiriboga, fueron aplaudidos cuando ingresaban.

A las 09:55 arribó Correa, en medio de aplausos y la entrega de flores por parte de sus simpatizantes. Cinco minutos después, con más de 63 asambleístas, el titular de la Asamblea, Fernando Cordero, instaló la sesión número 119.

La primera intervención del mandatario duró 42 minutos, desde las cuentas de Twitter se   comprobó cómo los presentes en el recinto “relataban y comentaban” lo que decía Correa. Por ejemplo, los más entusiasmados eran los  asambleístas  Viviana Bonilla (AP) y César Montúfar (independiente). Tampoco los ministros se quedaron atrás. En el estrado lateral, algunos de los más asiduos usuarios del Twitter también comentaban.

Mientras que, Correa hablaba sobre la libertad de expresión y emitía críticas contra los medios de comunicación, el periodista Diego Oquendo se levantó de su asiento y se retiró, en silencio, del recinto legislativo.

Cuando el mandatario  terminó su primera intervención, la asambleísta opositora Lourdes Tibán (Pachakutik) protestó contra Correa. Gritó “sicario de lengua” y salió del recinto, mientras que el gobernante respondía con una sonrisa. La legisladora fue abucheada por algunos de los presentes. Una acción similar realizaron los asambleístas Francisco Ulloa (MPD) y Fernando González (disidente de PAIS).

Pese a estos incidentes, la rendición de cuentas continuó normalmente. La lectura del informe, desde un telepronter, también se caracterizó por comentarios que improvisaba el Presidente. 

Muchas personas no pudieron ingresar a las barras de la Asamblea Nacional, la  mayoría era de  simpatizantes del Movimiento PAIS.

Mientras que los ministros coordinadores daban su informe, el presidente Correa hacía comentarios con el titular de la Asamblea, Fernando Cordero, y con el vicepresidente Moreno. En varias ocasiones sonrió, hizo comentarios en voz baja y hasta se concentraba para observar si lo que decían sus ministros coincidía con lo que miraba en las pantallas, ubicadas en varios sectores del recinto legislativo.

Alrededor de unas 400 personas  se ubicaron en la zona de trabajo de los asambleístas. Entre los invitados estaban los embajadores, gobernadores, alcaldes, prefectos, periodistas y funcionarios de diversas entidades públicas.  Uno a uno, cerca de los 1.200 invitados que se dieron cita  a la sede, en las barras altas y las bajas, abandonaron el lugar tras el discurso de Correa que terminó a las 13:00.

Fernando Cordero solo suspendió la sesión para continuarla hoy, a las 18:00, para elegir las dos vicepresidencias que están vacantes.

Minutos después de culminada la sesión, en su cuenta de Twitter (@Mashirafael) hizo una evaluación del Informe a la Nación.

Allí ironizó sobre  la atención que prestaron opositores y “sufridores” a su discurso. Pese a todo, el Mandatario escribió: “Creo que nos fue bien en la Asamblea. Es más, si es por los ‘twitts’ de los sufridores, creo que nos fue muy bien”.