Correa-Glas el binomio de la lista 35
Hasta la media noche del viernes fue una incertidumbre. Al llegar el nuevo día ya era una noticia que se comunicaba en voz baja: Jorge Glas sería la propuesta a la convención de PAIS para reemplazar a Lenín Moreno. La misma militancia, reunida en el estadio de Aucas, antes de las 10:00 insistía en el actual vicepresidente. Y la noticia no gustó a muchos. Unos porque querían que fuese Fánder Facolní y/o Gustavo Baroja, tal como había sido la propuesta de una parte del buró político. Y la mayoría porque no aceptaba la retirada de Moreno.
El intenso sol no fue un impedimento para que miles de personas como Cristina Jimbicti (Morona Santiago) acudan al lugar, luego de viajar más de ocho horas desde el pueblo San Luis en Macas, llevando un “seco de guanta” como fiambre, con una sola consigna: conocer quién será el binomio presidencial de Correa en los próximos comicios. Glas llegó temprano junto a su madre y su esposa, y como un militante más se sentó en las primeras filas, designadas para los adherentes permanentes.
Puntual, a las 10:00, llegó el presidente Rafael Correa. Junto a él estuvieron el vicepresidente Lenín Moreno, el acalde de Quito, Augusto Barrera; la ministra de Coordinación de Desarrollo Social, Doris Soliz; el prefecto Gustavo Baroja, el secretario de Planificación y Desarrollo (Senplades), Fander Falconí, entre otros, quienes se fueron incorporando en el transcurso de las más de tres horas que duró el encuentro y que terminó con una fuerte granizada que cayó en el sur de la capital; pero que no amedrentó a quienes al ritmo de la agrupación Son PAIS se quedaron cantando.
El presidente Rafael Correa explicó la designación de Glas porque uno de los objetivos de su Plan de Gobierno es la Revolución Estratégica (petróleo, agua, energía, telecomunicaciones, petroquímica, siderúrgicas, hidroeléctricas) y que en esa tarea el ex Ministro de Coordinación de Sectores Estratégicos será fundamental -desde la vicepresidencia- para consolidarla. Además, dijo que es un hombre trabajador, honesto y patriota, a quien muchas veces la prensa quiso vincularlo con el problema judicial de su padre, que nunca vivió con él y lo abandonó cuando era bebé: “Los hijos no tenemos la culpa de lo que hagan los padres”. Entonces llamó a Glas a compartir la tarima. Éste tomó un sorbo de agua y subió en medio de los aplausos de los militantes de la organización, que alzaron sus carnet de afiliación como señal de respaldo a la candidatura de Glas. En la parte baja, la madre y esposa del nuevo candidato a vicepresidente no dejaron de fotografiarlo. Al subir al escenario, recibió un fuerte abrazo del vicepresidente Lenín Moreno, quien le deseó mucha suerte.
Previamente y por cerca de diez minutos la militancia de PAIS en pleno corearon: “Correa y Lenín juntos hasta el fin”, “Una más y no jodemos más”, “Lenín a la vicepresidencia”. Incluso con gritos y lágrimas algunos militantes gritaron a Moreno pidiéndole que no abandoné la vicepresidencia. En esos instantes a Moreno se le quebró la voz y los ojos se le llenaron de lágrimas, pero siguió: “Apelo a la generosidad de ustedes, que me permitan estar en la última fila de esta gradería”. Pero por más de cinco veces, los presentes interrumpieron su discurso. “Reelección, reelección”, gritaron. Galo Mora, secretario de PAIS, intervino y pidió a los militantes que no lo interrumpan. Pero ya todo estaba dicho: Moreno dejaba la lid electoral y pidió que lo consideraran un militante de base digno de sentarse en la última fila del estadio.
Gloria Aldás, una indígena de Zumbahua, lloró: “Gracias, vicepresidente, por su humildad”.
Glas subió nervioso al escenario, pero los aplausos de los asistentes y las arengas como “Jorge, amigo, el pueblo está contigo” lo motivaron a dirigirse seguro y sin tregua alguna a los militantes de la organización, a quienes les dijo que es “el día más importante de su vida, porque va a trabajar más y servir el triple de lo que hasta ahora ha realizado”.
Dijo que los cambios en la Matriz Energética, que llevaron a construir ocho hidroeléctricas, se consolidaron con el apoyo de ministros, obreros, trabajadores del sector eléctrico y petrolero.
Agradeció por la confianza depositada por Correa, “pero no nos engañemos, hay que recorrer cada rincón de la Patria, comunicando este nuevo Plan de Gobierno, porque los poderes fácticos están allí, intentando cambiar la Constitución”.
Además, el candidato a vicepresidente recordó que ahora los servicios públicos son del pueblo ecuatoriano, pero ya están hablando de cambiar la Ley de Hidrocarburos, quieren devolverle el petróleo a las Trasnacionales, a las oligarquías”. Dijo que es un soldado más que trabajará con Correa, porque “ya tenemos presidente como nunca antes lo hemos tenido, para seguir transformando y redistribuir la Matriz Productiva, para que luchemos erradicando la pobreza y la ignorancia con educación, trabajo, producción; todavía estamos lejos de alcanzar el desarrollo que queremos, un gran cambio”, insistió.
La noticia tuvo un efecto inmediato en las redes sociales y entre los seguidores y opositores del gobierno presidido por Rafael Correa. Tras el anuncio hecho en la mañana por la ministra coordinadora de la Política, Soledad Buendía, a través de la página web de El Telégrafo, miles de usuarios comentaron a favor y en contra de la candidatura de Glas.
Como el propio Correa lo reconoció, la designación no fue fácil. Tras conocer la propuesta del buró donde estaban los nombres de Fánder Falconí, Gustavo Baroja y el mismo Glas (al parecer sugeridos por los sectores de PAIS que se disputan varios espacios), la decisión quedó en manos del presidente. Y solo la noche del sábado se cerró la espera y Glas pasó a otra etapa de su vida.