Constructores están preocupados por los cambios en el Biess
El tiempo que debe esperar un afiliado por un préstamo para vivienda en el Banco del Seguro Social (Biess) está frenando al sector inmobiliario, advirtió ayer, en Guayaquil, Jaime Rumbea, titular de la Asociación de Promotores Inmobiliarios y de Vivienda del Ecuador (Apive).
Según dijo, el trámite toma actualmente entre 6 y 8 meses; en contraste con lo que ocurría en 2011 y 2012, cuando el asegurado recibía el crédito en 2 meses.
“Hay paralización en estas operaciones desde hace 2 meses por parte del Biess y no se están pagando hipotecas”, manifestó el principal de Apive.
Esto, agregó, tiene un impacto en el costo financiero que debe asumir una empresa, considerando que en construcción los procesos duran años y 6 meses pueden hacer diferencia, por ejemplo, en el tiempo de entrega de casas.
“La familia que planificaba cambiarse a su casa en 2 meses, tendrá que hacerlo en 4 más y seguir pagando alquiler”, acotó.
Hermel Flores, titular de la Cámara de la Industria de la Construcción (Camicon), coincidió con Rumbea, y dijo que existe preocupación en el sector por esta demora que -a su criterio- obedece a los cambios administrativos y de directivos de la institución, lo cual hace que el ‘papeleo’ vaya rezagándose.
“Es un problema bastante grave, porque los tiempos se traducen en costos y al final quien lleva todo ese peso financiero adicional es el cliente”, admitió Flores.
De su lado, Rumbea dijo que se debe considerar que la construcción no es “un sector que planifica, contrata, ejecuta y liquida proyectos en un mes, sino que, por el contrario, tiene procesos que toman entre 5 y 6 años”.
“Cada retraso adicional tiene un costo importante”, enfatizó.
Rumbea conminó a que al interior del Biess se asuma esto como prioridad y que se busquen los correctivos necesarios.
Según datos publicados en la página web de la institución, la entidad ha colocado desde el 2010 hasta enero de este año, $ 3.080 millones en créditos hipotecarios, aproximadamente $ 1.000 millones al año, con un total de 81.902 operaciones.
El principal de Apive no precisó la cantidad de personas afectadas, no obstante calculó que al menos la mitad de operaciones correspondería a ese segmento.
De momento le preocupa también la situación de las empresas más pequeñas, pues como constructores deben gestionar créditos para construir, para los cuales se comprometen a un fecha de pago siempre que se recupere la inversión.
“Las constructoras grandes pueden renegociar con el banco, pero las pequeñas no”, afirmó.
Así también, habría un impacto económico en el pago a proveedores de insumos .
Este diario trató de hablar con el gerente encargado del Biess, Eduardo Moreno, pero no hubo una respuesta porque están en proceso de transición.