Consejo, dividido en opiniones, exhorta a declarar la emergencia
Con el voto favorable de 28 consejeros presentes, el Gobierno Provincial del Guayas decidió ayer exhortar al presidente de la República, Rafael Correa, para que declare el estado de emergencia en la jurisdicción una vez que el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Provincial haya descartado hacerlo.
En el segundo punto del orden del día en la sesión de ayer, los consejeros se tomaron más de una hora para llegar a un acuerdo en esta decisión que no estuvo exenta de oposición ni de cálculos políticos y hasta económicos.
Al principio de las intervenciones, el prefecto Jimmy Jairala tomó la palabra para “comunicarle” al pleno que la semana anterior, de manera personal y no como líder del Gobierno Provincial, había solicitado al COE que declarara la emergencia, sin embargo esta petición fue negada por los funcionarios vinculados al organismo.
Esta postura fue reafirmada ayer por la titular de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), María del Pilar Cornejo, quien manifestó ayer a los medios que no hay la necesidad de declarar la emergencia nacional o provincial, porque los cabildos lo podrían hacer a niveles locales.
Es así que Jairala emplazó a los alcaldes del Guayas que apoyaran la moción para hacerle una exhortación al propio Primer Mandatario para que establezca la declaratoria de la emergencia.
El objetivo era claro: con esa orden presidencial todos los fondos que el Gobierno Seccional y los cabildos inviertan en el invierno sean reembolsados por el Estado Central. “Este es el único canal que nos asegure el regreso de los recursos utilizados. De otra manera, si seguimos trabajando con la alerta naranja se nos reducirá el presupuesto para más adelante”, dijo.
El líder del Gobierno Provincial justificó el llamado a Correa aduciendo que Ecuador está viviendo “un niño sin nombre”, en referencia al fenómeno meteorológico.
Una vez abierto del debate en el pleno, el primero que apoyó la medida fue el alcalde de El Triunfo, David Martillo, quien agradeció tanto a Jairala como a Rafael Correa por los trabajos realizados en verano. Según el Prefecto, el Gobierno Provincial ha desarrollado 32 obras de prevención en los últimos meses.
Una posición similar tuvo Laurens Olsen, de Bucay, quien también afirmó que lo “más recomendable” es que se devuelvan los fondos invertidos para evitar una reorganización del plan de inversiones en los gobiernos locales.
Cuando parecía fácil aprobar la exhortación, surgieron voces detractoras de la idea. El primero fue el alcalde de Santa Lucía, Edson Alvarado, que se preguntó para qué pedir la emergencia si la propia Prefectura ni los municipios tienen los presupuestos suficientes para afrontar las obras invernales. En una intervención posterior, hizo caer en cuenta a la sala que “cómo el COE Provincial nos iba a dar el visto bueno para declarar la emergencia si apenas dos alcaldías de 25 la han declarado”.
Por su parte, Dalton Narváez, burgomaestre de Durán -quien declaró a la jurisdicción en emergencia el pasado viernes- hizo un llamado a la sensatez de los presentes para que acepten que “nos confiamos” con las obras de prevención invernal. Minutos después, Narváez afirmó que se “quedaron” en este aspecto pero que era “porque los genios del Inamhi dijeron que no llovería tanto”.
A pesar de esto, en su discurso Narváez dijo que ese es justamente el trabajo de los municipios y de los gobiernos provinciales de afrontar los momentos más difíciles de la población. Es así que recomendó que los cabildos sean los que declaren las emergencias y que las prefecturas, como entes autónomos, hagan lo mismo.
La contestación de Jairala fue la de recordar, otra vez, que si siguen ese procedimiento habría huecos en los presupuestos.
El alcalde de Salitre, Francisco León, afirmó que “si ahora gasta 400.000 dólares en raciones alimenticias en el invierno para apoyar a los damnificados, esa misma gente no se acordará de que la ayudé en septiembre, en octubre y me pedirán obras y hasta pedirán revocar mi mandato”.
Las mociones se redujeron poco a poco hasta quedar solo la que había propuesto Jairala, la cual, a final de cuentas, fue aprobada.