Durante el evento de inauguración del curso de policías profesionales de línea periodo 2013 – 2014, realizado esta mañana en el Regimiento Quito, el general de la Policía, Rodrigo Suárez, recordó el tercer aniversario de los hechos del 30 de septiembre de 2010 (30S).

Ese día una sublevación policial que estuvo motivada por la aprobación de una ley que regulaba a los servidores públicos e incorporaba a policías y militares, sorprendió a la ciudadanía por sus incidentes, donde la revuelta dejó cinco víctimas mortales, decenas de heridos, secuelas psicológicas y daños materiales.

Durante su discurso, Suárez destacó que la crisis institucional que se vivió hace tres años, actualmente “hiere” la historia de esta institución. “Sin duda sirvió para extinguir una época de desaciertos que permitió inaugurar una nueva policía”, apuntó.

Además, mencionó que “en nombre de los más de 40 mil miembros policiales, esta institución ratifica su compromiso de trabajar bajo el amparo de la Constitución y las leyes”.

Suárez añadió: “Estamos en el momento para dejar atrás dolor, confusión y vergüenza para sembrar las semillas de la superación y la modernizacion y la reforma institucional, para pasar de ser testigos a ser protagonistas de nuestra historia”.

En el evento participaron las principales autoridades del Ministerio del Interior, Consejo de la Judicatura y la cúpula de la entidad.

En tanto el ministro del Interior, José Serrano, manifestó que ante los hechos del 30S existe una respuesta: “No permitir nunca más la impunidad”.

El Secretario de Estado se dirigió hacia los 1.500 aspirantes de policías que se encontraban en el lugar para confirmar que cuentan con el Gobierno y exigen un compromiso para con los ciudadanos.

Informó que hoy inicia la selección de nuevos 3.000 aspirantes para policías de línea y 1.500 para oficiales quienes deberán enfrentar los delitos de mayor incidencia como violencia intrafamiliar, robos y asesinatos.

Previo al evento de inauguración se colocó una ofrenda floral en el lugar que fue abatido el agente Froylan Jiménez, miembro del GIR, durante el rescate del presidente Rafael Correa del Hospital de la Policía.