Clínica no contaba con permiso para área de cuidados intensivos de Neonatología
La clínica Cotocollao, ubicada al norte de Quito, en donde la semana pasada murió un gemelo recién nacido, no contaba con el permiso para funcionamiento del área de cuidados intensivos para Neonatología y sin embargo atendía niños prematuros.
Asi lo informó la tarde de este lunes Marysol Ruilova, subsecretaria nacional de Provisión de Servicios de Salud del Ministerio de Salud Pública.
La funcionaria incluso dijo que la clínica Cotocollao ya fue llamada la atención por parte de la Dirección Provincial de Salud, por un tema de manejo de desechos hospitalarios.
Einstein Hidalgo, jefe de Neanotología del Hospital Baca Ortiz de Quito, adonde fueron transferidos 8 niños recién nacidos dese la clínica Cotocollao en estado grave, señaló que dos de ellos se hallan en estado crítico, por lo que permanecerán internados y bajo estricto control especializado que, incluso, se prolongará hasta después de que reciban el alta, con el fin de verificar que la bacteria no haya afectado ningún organo.
Ruilova dijo que para antes del viernes esperan un informe técnico médico para determinar en dónde fueron contagiados los infantes con la bacteria. Además, ese informe será determinante para decidir si la clínica Cotocollao debe permanecer temporalmente clausurada o en forma definitiva.
La declaración de funcionarios del MSP y del Hospital Baca Ortiz ocurre tras la alerta epidemiológica declarada en la clínica Cotocollao el fin de semana, ya que el jueves pasado se registró la muerte de una niña recién nacida, al parecer, a causa de una infección bacteriana, la cual, a su vez, habría contagiado a otros pequeños pacientes.
La alerta de lo que sucedía en la clínica la remitió el Hospital de Niños Baca Ortiz al Ministerio de Salud Pública (MSP). Por ello, la Comisaría de Salud de Pichincha, el sábado, clausuró temporalmente la casa asistencia privada, que tiene 15 años de existencia.
Tras la notificación, se dio paso a la inspección del establecimiento en compañía del equipo técnico-médico del MSP, que al revisar los respectivos expedientes informó a los familiares de los pacientes que debían transferirlos a otras casas de salud, por precaución.
Virginia León, administradora de la clínica, dijo que durante 6 meses el MSP, bajo el programa Red pública complementaria, transfirió desde hospitales públicos hacia esa casa de salud a 172 mujeres con embarazos críticos de alto riesgo que derivaron en partos prematuros, con complicaciones como inmadurez pulmonar e infecciones, lo que aumenta la posibilidad de mortalidad del bebé en el nacimiento.
Sin embargo, Ruilova aclaró hoy que si bien dicha clínica era parte de la Red Pública Complementaria, no estaba autorizada a atender neonatos porque no tenía el área adecuada, sino solo para atender a embarazadas y partos normales que no impliquen un cuidado médico especial de bebés, por lo que su obligación era transferir inmediatamente a los neonatos hacia una casa asistencial adecuada, en este caso al Hospital de Niños Baca Ortiz.
Sin embargo, Virginia León aduce que la niña fallecida no fue por contagio de alguna bacteria, sino producto de un embarazo gemelar crítico, con bajo peso e inmadurez pulmonar, con un posterior paro respiratorio.
Sobre la base de los análisis realizados a los 4 neonatos en el Baca Ortiz, León dijo: No existe ningún proceso infeccioso, son niños prematuros graves, críticos, que necesitan un tiempo de evolución para salir bien.
En el momento en que las autoridades de salud procedían a la clausura de la clínica el sáabado pasado, vieron que las puertas enrollables no se podían cerrar porque estaban remordidas y llenas de polvo. Según varias personas que testificaron el hecho, eso a simple vista constituiría un ejemplo que demostraría que la clínica carecía de una adecuada limpieza.