CICR refuerza estudio de impacto conflicto colombiano en Ecuador
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) refuerza el estudio del impacto del conflicto armado colombiano en la frontera con Ecuador, país en el que abrirá su tercera oficina para tener una "mirada propia" de la situación, informó hoy ese organismo humanitario.
Cédric Schweizer, jefe de la delegación de la CICR para Perú, Bolivia y Ecuador, dijo hoy a la prensa extranjera que tras la firma de un Acuerdo Sede con el Gobierno ecuatoriano, se ha abierto una oficina en Quito y otra en Nueva Loja, capital de la provincia de Sucumbíos.
Asimismo, prevé para noviembre próximo la apertura de una oficina en San Lorenzo, en la provincia de Esmeraldas, que, junto a Sucumbíos, registra efectos por la violencia interna de Colombia, como desplazamientos humanos.
Schweizer comentó que en las tres oficinas no habrá más de diez personas, pero con ellas se espera tener un mayor conocimiento de la situación en la frontera norte.
El Comité Internacional de la Cruz Roja está presente en Ecuador desde hace más de una década y tiene claro que el Derecho Internacional Humanitario, que establece normas para conflictos armados, "no es aplicable en la frontera norte" de ese país, dijo Schweizer.
No obstante, la CICR quiere conocer más la situación para saber el impacto en la población local de la "presencia de grupos armados" y determinar la posibilidad de tener un "valor añadido" en el futuro para dialogar y mejorar la situación.
"La idea de nuestra presencia es de conocer la realidad de Ecuador más, estar presente, crear la confianza de la gente que está viviendo en la frontera norte, para conocer la situación", dijo Schweizer.
"Lo que podemos ver de afuera es que hay todos los elementos para justificar una presencia del CICR", subrayó.
"Vamos a trabajar sobre pequeños proyectos de asistencia con las comunidades para ayudarlos, estar más presentes y saber cuál es la situación", comentó al apuntar que no se trata de intervenir en áreas en las que ya trabajan otras entidades, como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Destacó la "apertura" del Estado de Ecuador a la presencia del CICR en la zona fronteriza, pero aseguró que también pretende ampliar su presencia en otros ámbitos, como la protesta social y en ese sentido dialogar para reafirmar la importancia de respetar los principios humanitarios como la protección de misiones médicas durante manifestaciones o bloqueos de carreteras, entre otros.
Comentó que el organismo quiere conocer la dinámica de lo que ocurre en la frontera y no sólo escuchar rumores sobre secuestros, extorsiones y otro tipo de actividades delictivas para establecer luego diálogos y tratar de mejorar la situación.
Colombia y Ecuador comparten una frontera común de 586 kilómetros de longitud, algunos tramos en zonas montañosas y otros de tupidas selvas, utilizados frecuentemente por traficantes de drogas y armas, así como por grupos guerrilleros colombianos.
La semana pasada, el fiscal general de Ecuador, Galo Chiriboga, abogó en Bogotá por una mayor cooperación entre su país y Colombia para la lucha conjunta contra los delincuentes que actúan en la zona fronteriza. EFE