La transnacional estadounidense Chevron presentó ayer en la Corte Constitucional (CC) de Ecuador una acción extraordinaria de protección con el afán de que se anule la sentencia de la Corte Provincial de Sucumbíos -emitida en 2011- que le obliga a pagar $ 9.500 millones de indemnización por el daño ambiental provocado en la Amazonía ecuatoriana tras 28 años de actividades petroleras antitécnicas.

Esto ocurre luego de que la sentencia fue ratificada el 12 de noviembre pasado por la Corte Nacional de Justicia (CNJ) de Ecuador, luego de dos apelaciones.

En un comunicado, la transnacional señaló ayer que la acción extraordinaria de protección presentada ante la CC demuestra que, supuestamente, “hubo múltiples violaciones de las garantías constitucionales durante el proceso”.

Aduce que hay pruebas “irrefutables de que se cometieron delitos de fraude, soborno y colusión” en el juicio llevado a cabo en su contra.

La CC deberá decidir primero si admite el recurso y, en caso de hacerlo, no tiene plazo o término judicial para pronunciarse sobre el fondo de la demanda. Sin embargo, Pablo Fajardo, uno de los abogados de los 30 mil indígenas amazónicos afectados por la contaminación, aseguró que no hay razón para que se admita a trámite tal recurso, puesto que no se ha violentado ningún derecho. “Es una acción desesperada de Chevron porque no sabe cómo evadir su responsabilidad sobre el crimen ambiental cometido en la Amazonía. Es probable que no se la admita a trámite porque, desde mi punto de vista, no existe una violación de derechos humanos ni de derechos constitucionales de Chevron. Que nos digan qué derechos se le han violado a Chevron en todo este juicio”, resaltó ayer Fajardo en entrevista con EL TELÉGRAFO.

Añadió que es repudiable la actitud de Chevron cuando en su comunicado hace una especie de amenaza al Estado al señalar que este es un ultimátum para Ecuador. “Es una amenaza para la nación, todos deberíamos reaccionar ante ese tipo de actitudes groseras de la compañía estadounidense, que quiere imponer las cosas pues para ellos la única justicia que funciona es la que les da la razón”.

“Que prueben lo que dicen. Por el contrario, más bien existen todas las pruebas del fraude, corrupción y soborno de Chevron hacia decenas de personas dentro y fuera del Ecuador”, concluyó Fajardo.