Las condiciones de vida de la población han mejorado desde  hace cuatro años, debido a que entre otros factores, la pobreza bajó del 37,62% -en la que se ubicaba en el 2006- al 32,76% en el 2010; la extrema pobreza cayó de 16,89%   al 13,9% en el 2010; el Bono de Desarrollo Humano (BDH) pasó de 1,1 millón de beneficiarios a 1,8 millones y se han entregado 700 mil créditos a ecuatorianos anteriormente excluidos.

A lo que se suma el desarrollo de fuentes de empleo, el haber ampliado la cobertura de afiliación al Seguro Social, los incrementos salariales y las inversiones en salud, educación, vivienda y vialidad, que han permitido mejorar estos servicios, sobre todo, la estabilidad política y económica.

Según el titular de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), René Ramírez, en lo que va del Gobierno de la Revolución Ciudadana hay una estabilidad política sin precedentes. “Nosotros seríamos el primer Gobierno, luego de 10 años, que habríamos terminado un período presidencial si es que no hubiese habido una reelección”, subrayó.

El funcionario se pronunció confiado de que la situación del Ecuador será mejor a mediano y largo plazo, criterio que es corroborado por los resultados de una encuesta realizada por la empresa Perfiles de Opinión, en la que las personas consultadas sobre el futuro del país, en un 42,60% opina que mejorará.

Reducir la pobreza, el desafío

El presidente de la República, Rafael Correa, quien asumió el poder el 15 de enero de 2007, mantiene como principal desafío  reducir los índices heredados de pobreza en Ecuador, de ahí que el Plan Nacional de Desarrollo o Plan Nacional Para el Buen Vivir  apunta a ello en  sus doce objetivos.

Para Ramírez, en estos cuatro años de gestión se han dado pasos importantes y que se han identificado 100 logros del Gobierno de la Revolución Ciudadana, (que está plasmado en un libro) siendo el principal el hecho de que con casi cinco millones de personas en condición de pobreza, que representaban en el 2006 el 37,62% de los ecuatorianos, la reducción al 2010 de tal indicador al 32,76% significó en cuatro años sacar a 700 mil personas de ese estado.

Tras precisar que otro de los logros es que la extrema pobreza cayó del 16,89% en el 2006  al 13,9% en el 2010, dijo que las cifras demuestran que en estos cuatro años los pobres de Ecuador son menos pobres, pues la distancia entre el ingreso de una persona pobre con respecto a la línea de pobreza bajó del 8,5%  al 6,8% entre marzo de 2007 y marzo de 2011.

Para ayudar a los más desprotegidos de la sociedad por debajo de la línea de pobreza, el Bono de Desarrollo Humano (BDH) pasó de 1,1 millón de beneficiarios en marzo de 2006 a 1,8 millones en marzo del 2011, y aumentó de 15 a 35 dólares mensuales.

Agregó que las zonas rurales, tradicionalmente las más excluidas, han visto descender la pobreza de manera significativa, y su porcentaje respecto a la Población Económicamente Activa (PEA) agrícola bajó de 59,57% el 2006 a 50,09% el 2010.

En el detalle de los logros, el titular de la Senplades agregó que en esta administración  se han otorgado 700 mil créditos a ecuatorianos anteriormente excluidos, para que sean dueños de sus pequeños negocios y que el crecimiento de la recaudación de impuestos para beneficio social aumentó un 79% entre el 2006 y 2010.

Subrayó que el bienestar social alcanzado obedece a la voluntad política e intervención acertada del Gobierno. Como ejemplo puso la inversión en salud, que en el 2006, fue de 437 millones de dólares y ascendió a 3’433 millones en 2010 con el actual Gobierno. En educación se pasó en ese mismo período de 235 millones a 940,7 millones de dólares, con la diferencia de que el 20%   más pobre creció en su tasa de escolarización al nivel de bachillerato de 30,54% al 40,88%.

Ramírez sostuvo que mejoró la calidad y cantidad del empleo, puesto que la afiliación de los trabajadores a la Seguridad Social pasó del 38,6% al 59,3% y en el 2010, el número de desempleados bajó en 104 mil personas y fueron creados 107 mil nuevos empleos.

Ciudadanía reconoce la labor

Estos logros han permitido que el Primer Mandatario  registre una aprobación ciudadana a su gestión del 77,3%, según un estudio realizado por la encuestadora Perfiles de Opinión.

De los 4 231 ciudadanos encuestados, el 59,50% califica la gestión como buena, mientras que el 17,80% como muy buena. En cuanto a áreas de trabajo, el 64,70% destaca la labor en vivienda, un 63,40% considera que se ha avanzado en salud, el 63,80% en educación y el 61,30% en la obra vial.

Entre las ciudades más grandes del país, la mejor calificación se registra en Cuenca con el 81,1%, seguida por Quito, con el 73,6% y Guayaquil, con el 72,90%.

La encuesta señala que la credibilidad del Jefe de Estado está en 63,50%; mientras que el 72,90% de los ecuatorianos expresó que el Presidente “le cae bien”. En las provincias de la Sierra el promedio en este indicador es del 72,40% y en la Costa, del 73,3%. Solo el 24,20%  expresó apatía.

La Cámara de Industrias y Producción, a través de un estudio, concluyó  que el Gobierno, en lo que va de su administración, tiene algunos aciertos en el sector social, pero también varios desaciertos, como un excesivo gasto fiscal desde 2007 y una inexistente agenda de comercio exterior.

En declaraciones a la prensa, Bernardo Acosta, vicepresidente de la mencionada Cámara, insistió en que la dolarización ayudó a estabilizar esos indicadores sociales, lo cual fue desestimado por René Ramírez.