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El Telégrafo

La estructura tiene 482 metros cuadrados y el piso fue hecho con llantas trituradas

Aula virtual llegará a 30.000 personas

El tiempo que tardan en descomponerse las pilas es parte de una las áreas de aprendizaje del aula virtual. Los visitantes deben responder en un juego. Foto: José Morán / El Telégrafo
El tiempo que tardan en descomponerse las pilas es parte de una las áreas de aprendizaje del aula virtual. Los visitantes deben responder en un juego. Foto: José Morán / El Telégrafo
01 de noviembre de 2014 - 00:00 - Redacción Actualidad

Camila Collahuaso a sus 11 años ya es consciente del cuidado ambiental. Le gusta reciclar botellas, cartones, tetrapacks, latas y también papel para elaborar con sus propias manos billeteras y monederos o simplemente decorar su dormitorio.

Todo sale de su creatividad desde que una vez vio en la televisión “que el planeta estaba contaminado y que es mejor reducir, reusar y reciclar”. A partir de entonces reúne el material que se genera en casa y lo guarda antes de desecharlo.

La pequeña fue una de las más entusiastas cuando ayer recorrió junto a sus compañeros de la escuela Paúl Ausubel, el ‘Aula Virtual Itinerante de Educación Ambiental’ que enseña sobre la importancia del manejo de residuos sólidos.  

Este modelo pedagógico está a cargo del Ministerio del Ambiente y fue inaugurado de manera oficial por la titular de la cartera de Estado, Lorena Tapia, en la explanada del Centro Cívico en Guayaquil.

Tapia manifestó que el proyecto surgió luego de conocer que la ciudadanía demandaba la educación ambiental en desechos.   

La estructura, asentada en 482 metros cuadrados, fue montada en 5 días y cuenta con material reciclable como las paredes que están formadas de láminas de policarbonato, en cambio el piso es de caucho de llanta triturado.

La primera de las 10 paradas es el área de Compromiso, en donde hay asientos puff para que los visitantes se sientan cómodos mientras observan un video sobre la responsabilidad ambiental.

Durante la reproducción se indica que el 40% de la basura de los hogares corresponde al plástico, vidrio y chatarra, generando un total de 4.1 millones de toneladas métricas al año, que equivalen a 260 millones de bicicletas.

Esta cifra impactó a Ana Paula Zurita, de 11 años, quien expresó que lo aprendido será compartido con su familia para empezar a reciclar los desechos de casa.

El circuito continúa con el área de recolección en donde los niños, jóvenes y adultos aprenden a manera de concurso sobre el tiempo  que tardan en degenerarse las pilas, el plástico o los residuos orgánicos.

Las siguientes paradas muestran el tipo de reciclaje, reconocimiento de los botaderos, sobre la recolección y separación de basura hasta llegar al área de trivia y aprovechamiento de los desechos.

Itaty Angulo, de 14 años, usó con mucha concentración una de las tablets que se encontraba en el penúltimo stand para responder correctamente preguntas como el color correcto de los tachos para el reciclaje.

El aula itinerante incluye actividades lúdicas con tecnología holográfica, proyecciones en 3D, juegos con sensores de movimiento, animaciones y programaciones táctiles.

La profesora Cecilia Gómez, de la Unidad Educativa Lemas, manifestó que el proyecto se complementa con lo aprendido por los niños en la escuela respecto a la responsabilidad que tienen con el ecosistema.

El aula virtual permanecerá en Guayaquil hasta el 4 de noviembre, luego se trasladará a Quevedo y posteriormente a Cuenca. Espera impactar a 30.000 personas de forma directa y a otras 114.000 de forma indirecta.  

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