Las 2 personas fallecidas eran oriundas de El Quinche (Pichincha), donde serán veladas y sepultada
Ataque en Tigüino no fue por actividad petrolera
El ataque que dejó 2 muertos y un herido en Tigüino, comunidad ubicada entre Pastaza y Orellana, no lo provocaron las comunidades huaoranis de la Amazonía, sino un padre de familia, miembro de la etnia, quien luego de que la doctora del centro médico le confirmó la muerte de su hijo, descargó su dolor atacando con lanza a quien hallaba a su paso. Así aclararon las autoridades de seguridad del país.
El hecho ocurrió el viernes y obligó a conformar el Comité de Crisis para investigar las causas y manejar adecuadamente la situación.
Los muertos fueron identificados como Luis Arcenio Pinanjota y Juan Carlos Cadena Quishpe, oriundos de El Quinche (Pichincha). Mientras que Edwin Cadena Quishpe (hermano de uno de los fallecidos) resultó herido y fue trasladado al hospital de El Coca (Orellana), en donde ayer se encontraba “estable” tras ser sometido a una cirugía por 4 heridas de lanza que registraba a la altura del abdomen.
El ministro del Interior, José Serrano, destacó que no se trató de un ataque huaorani a los petroleros. “No es un tema en el que se involucró la comunidad, más bien las comunidades de Tiguino y Bataboro resguardaron la vida y la integridad de los trabajadores que se habían internado en la selva”, manifestó.
En un helicóptero del Ejército ingresaron el fiscal y el equipo de Criminalística para el levantamiento de los cuerpos. Ayer, los cadáveres fueron llevados a la morgue de El Coca, de donde los familiares los retiraron y llevaron a su natal parroquia El Quinche, en el norte de Quito, para el sepelio. Se esperaba su arribo a las 17:00 de ayer.
Serrano insistió en que el implicado en las muertes es un huaorani y que el ataque ocurrió en una zona donde hace 5 meses se realizan obras de agua potable y alcantarillado. Resaltó que es un área con comunidades huaoranis que han estado en contacto con mestizos hace décadas, por lo que no se trata de una zona selvática, sin acceso o de etnias no contactadas.
El mandatario Rafael Correa también se refirió ayer al hecho. Durante el enlace ciudadano dijo que no se trató de un incidente por cuestiones petroleras. “Es un evento confuso, ocurrió tras la muerte de un niño quien aparentemente se ahorcó accidentalmente con la hamaca. Nuestra solidaridad con la familia de los trabajadores asesinados y la familia del niño fallecido. No eran trabajadores petroleros, sino de Ecuador Estratégico”, sostuvo.
Autoridades ecuatorianas coincidieron en que la Fiscalía deberá hacer una investigación a fondo que satisfaga a los indígenas huaoranis y a los familiares de los trabajadores fallecidos. Hasta tanto, pidieron no especular con esta tragedia.
Respecto a otro grupo de trabajadores mestizos que se internó en la selva, para no ser atacado por los familiares del menor muerto, apareció varias horas después.
El ministro Coordinador de Seguridad, Fernando Cordero, también indicó que se trata de una confrontación de carácter “particular”. Explicó que los hechos se iniciaron en un centro de salud de la comunidad Tiguino, al que acudió una familia huaorani con su hijo.
El infante llegó sin vida y aún así sus familiares insistían en que hagan algo por reanimarlo, lo cual fue infructuoso. Aquello enfureció a los allegados, particularmente al padre, quien -según Cordero- enloqueció e inició acciones violentas.“Esto no tiene nada que ver con enfrentamientos con las comunidades amazónicas, nada tiene que ver con las operaciones petroleras”, indicó el funcionario.