Un auditorio lleno, el calor asfixiante y la expectativa latente, fue el escenario para la audiencia pública de impugnación que enfrentó ayer Galo Chiriboga,  candidato mejor puntuado para el cargo de Fiscal General del Estado.

“Galo, amigo, el pueblo está contigo”  fue la consigna con la que llegaron, antes de las 10:00, alrededor de un centenar de seguidores del actual embajador de Ecuador en España, a la sede de la Comisión Ciudadana de Selección (CCS) del Fiscal. Alrededor de treinta   ingresaron a la sala de audiencias, mientras que el resto permaneció en los exteriores con carteles y lanzando consignas de respaldo, hasta cerca de las 13:30.

Los acusadores, el asambleísta Cléver Jiménez (PK) y el ex sindicalista petrolero  Fernando Villavicencio, junto con una decena de seguidores, se hicieron presentes en la sala, minutos antes de las 12:00. Quince minutos más tarde, luego de escuchar las instrucciones del presidente de la CCS, Ulbio Guadalupe, particularmente de que está prohibido aplaudir, hacer barras o ruido, caso contrario “quien infrinja las instrucciones será desalojado”, comenzó la audiencia.

De acuerdo a las normas internas, en 20 minutos los acusadores argumentaron sus impugnaciones. El primero en intervenir fue Cléver Jiménez, quien en seis minutos provocó dos malos momentos al director de la audiencia; en primera instancia hizo referencia a los cuestionamientos que existen hacia la CCS y hasta alzó la voz, lo cual fue rechazado por Guadalupe, quien le recordó que él es el presidente del organismo. Sin embargo, el legislador hizo caso omiso y nuevamente  cometió la infracción, por lo que se suspendió la audiencia por 10 minutos.

Cuando calmaron los ánimos, Jiménez cedió la palabra a su compañero de denuncia, Fernando Villavicencio, quien ratificó los cuestionamientos a Chiriboga, particularmente en tres puntos: por un supuesto perjuicio al Estado al haber unificado el campo petrolero Palo Azul,  haber entregado el yacimiento Armadillo a pesar de un informe desfavorable del Procurador del Estado y un perjuicio al país en un juicio con la empresa proveedora de servicios Seramin.
En tono calmado, Chiriboga respondió las acusaciones y deslindó responsabilidades. En el caso de Palo Azul, dijo que tomó decisiones a base de cuatro informes. Sobre Armadillo, sostuvo que lo de fondo es que él evitó los negocios por remediación ambiental; y, respecto a Seramin, aclaró que actuó como abogado de la empresa, pero cuando fue autoridad petrolera  le impuso las sanciones respectivas.

Los ánimos se encendieron y en determinado momento hubo cruce de palabras entre las partes, mientras que los asistentes seguían pendientes en medio de una ventilación insuficiente en la sala.

“Vayan a las cortes o a la Fiscalía y averiguen si tengo alguna causa penal”, dijo Chiriboga al terminar la audiencia. Abrazos, aplausos y hasta fotos con los seguidores fue la culminación de su comparecencia.

Con menor público y sin mayores novedades, se desarrollaron cuatro audiencias más, tres contra Antonio Gagliardo, el segundo mejor puntuado; y Gladys Terán, la tercera mejor puntuada en el proceso.
La CCS tiene hasta el miércoles para pronunciarse sobre los resultados de las impugnaciones. Si hay inconformidad de las partes se puede apelar.