Álvaro Noboa: “Me siento como una estrella de rock”
La sexta fue la vencida para Christian Yugcha y su auto nuevo. Es que luego de cinco sorteos fallidos, cinco ganadores que no aparecieron, cinco tickets que tuvieron que ser sacados del ánfora y luego, desechados; Christian alzó sus manos, de manera triunfal, cuando se anunció el número 12481, que estaba impreso en la pulsera de papel amarillo que tenía en su muñeca y que se la colocaron al ingresar al sitio de donde -sin saberlo- saldría con carro propio.
“Puuchas, estoy temblando”, decía este ambateño, empleado de la sucursal de Dispacif en esa ciudad y que acudió en un bus contratado por su empresa -una de las que posee Álvaro Noboa- junto con otros 39 compañeros, hasta los patios de Industrial Molinera, donde la tarde y noche del pasado sábado se realizó la denominada asamblea popular, convocada por el líder del Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), quien participará en las elecciones presidenciables de febrero del 2013, lo que será su quinto intento.
Aunque estaba previsto que el evento comenzara a las 16:30 no fue sino hasta las 17:40 que Noboa salió a la tarima -ataviado con una chompa impermeable, corbata con franjas anaranjadas y una sonrisa complacida- para dirigirse a la multitud que llenó los patios de la fábrica, ubicada en el sur de Guayaquil y que coreaba tibiamente las mismas canciones del partido, que se han repetido ad infinítum durante sus últimas campañas electorales.
“Ya pues, apuren, que estamos como pollo sin balanceado”, decía un señor de sombrero, mientras sus amigos reían
“Con Dios. Ecuatorianos: mi corazón está hinchado de amor y de alegría al ver más de 10.000 personas que han venido de las 24 provincias del país, a celebrar esta fiesta política y la gran marcha que hemos iniciado para salir de la pobreza...”, marcó el inicio del discurso de Noboa que se extendió por cerca de 40 minutos, entre continuas despedidas y retornos, para presentar a los integrantes de su partido, colaboradores, incluso miembros de su familia.
“Gracias por votar por mi papá. Yo quiero mucho al Ecuador y soy parte de él”, dijo tímidamente Santiaguito, el más pequeño de sus hijos, que arrancó más de un “Awww”, del público presente que esperaba ansioso los platos fuertes de la noche, anunciados de forma repetitiva por los animadores del evento. “Recuerden que esta noche tenemos para ustedes grandes sorpresas que nuestro líder, Álvaro Noboa, ha preparado. ¿Cuáles con estas, Danielita? -Pues sí, Jorgito. Nada más y nada menos que una casa de cemento, con todas las comodidades, un carro, una beca universitaria en cualquier ciudad del país por un año y un puesto de trabajo en cualquiera de las empresas Noboa ¡Yo quiero ese carro! -“¿Quién más quiere ese carro? ¿Por quién vamos a votar? Quiero ver esas palmas arriba, haciendo el 7 con los dedos”, decían alternadamente los animadores Jorge Beltrán y Daniela Freire.
“Christina Aguilera, hija de un emigrante ecuatoriano, es una de las cantantes más ricas del mundo. ¿Qué tienen ustedes que no pueden ser como Christina Aguilera? ¡Ecuador sí puede salir de la pobreza! ¡Sí se puede!”, decía entre gritos el precandidato presidencial, continuando su alocución, con su característico movimiento de las manos.
Cerca de 12 buses, estacionados a lo largo de la calle El Oro, llevaron hasta el lugar a más de 5.000 personas de diferentes partes del país. En el sitio también había moradores de zonas populares de la ciudad, así como empleados de las haciendas de Noboa, ubicadas en las provincias de Los Ríos y Manabí; y también niños, ancianos, adolescentes y personas con algún tipo de discapacidad.
“Yo vine a apoyar a Alvarito porque él desde antes de estar en la política siempre me ha ayudado. ¿Cómo le voy a dar la espalda ahora?”, exclamaba Zoila Benalcázar, una mujer de 54 años, que llegó en silla de ruedas desde el Guasmo Sur.
“Nosotros no somos afines, recién venimos a ver qué es esto, porque escuchamos bulla”, indicaba Paulo Gallardo, morador del Centenario, quien acudió con su grupo de veitiañeros amigos, como quien se da una vuelta por el barrio.
Wilmer Macías llegó desde Quevedo, con su esposa y sus tres hijos, para “respaldar la campaña del abogado”, mientras Carlos Salinas (identidad protegida, a pedido del entrevistado), sostuvo que fue al sitio contra su voluntad.
“Yo trabajo en una hacienda en Valencia. A cada uno nos dieron 5 hojas para afiliar gente y nos dijeron que hoy había que venir, como si se tratara de cumplir un día más de trabajo”, aseguró.
“Ahora sí... Atención, que nos vamos con el primer gran premio. ¡Una beca de estudios superiores! Recuerden la prohibición que tienen algunas personas de entrar a la universidad. Ahora con Álvaro Noboa lo podrán hacer”, alentaba la animadora. Patricio Guim, el ganador, sostuvo que trasladará el premio a su hija, quien estudia economía. Luego llegó la entrega del empleo, que recayó en una profesional de Trabajo Social, oriunda de Portoviejo. La vivienda se la llevó Elías Villacís Plúas, quien no tenía casa propia.
“Gracias. Este es el regalo más lindo que hoy me ha podido hacer el Ecuador. Me han hecho sentir como una estrella de rock”, dijo Noboa al despedirse por tercera vez.