El alcalde de Pelileo, Manuel Caizabanda, ordenó que las instituciones de auxilio y aquellas encargadas de controlar  negocios mediante la emisión de permisos entreguen informes sobre la explosión ocurrida el miércoles pasado en una lavandería de jeans.

El hecho, causado por el estallido de una caldera, dejó como resultado una persona muerta, otra herida y alrededor de 21 viviendas afectadas.

De acuerdo con Bladimir Llerena, especialista en Gestión de Riesgo del Cabildo tungurahuense, aún no se ha definido cuándo se reunirán los integrantes del Comité de Operaciones Especiales (COE) regional para evaluar dichos informes.

Este proceso llevaría, según Llerena, al establecimiento de medidas con el fin de evitar que hechos similares se repitan. Además, no se descarta la utilización de recursos del Fondo de Contingencia  para ayudar a las personas  afectadas por la explosión tanto físicamente como en sus bienes.

Según el jefe del Cuerpo de Bomberos de Pelileo, Paúl Sánchez, el sitio siniestrado no contaba con permisos. Algo que, según el oficial, se repite en alrededor del 90% de las 60 lavanderías que funcionarían en esa ciudad, dedicada desde hace décadas casi totalmente a la producción de prendas de mezclilla.

El especialista en riesgos del Municipio argumentó, por su parte, sobre la gran cantidad de permisos que son exigidos  para funcionar. Y mencionó, entre ellos, el de uso de suelos, bomberos, hidrocarburos y de tipo ambiental.

Un informe de la institución de combate de incendios señala que el operario herido, al que identifica como N.N., de alrededor de 25 años, fue evacuado al Hospital Básico Pelileo en estado inconsciente, con un traumatismo cráneo - encefálico, una posible fractura del brazo derecho y hemorragia de ambos oídos.

En tanto, para ayer se preveía la realización de la autopsia de la víctima mortal, que hasta ayer solo se conocía como Luis.