El presidente Rafael Correa evaluó las 8 réplicas que se sintieron ayer en Quito y consideró que los equipos de emergencia han funcionado correctamente.

El Mandatario pidió a la población mantener la calma y señaló que las réplicas son normales y que “irán disminuyendo en el tiempo”.

Mario Ruiz, director del Instituto Geofísico, calificó como “normales” los hechos. Explicó que las réplicas se producen por el “reajuste de fracturas pequeñas” y que podrían incluso durar semanas.

Según el alcalde Mauricio Rodas, desde el sismo de 5.1 grados del martes pasado se produjeron 75 repeticiones. “Es un fenómeno normal y este tipo de réplicas tiene una intensidad menor que la del sismo principal”. Sin embargo, dijo que es difícil predecir que algo mayor pueda suceder, por ello pidió a la población mantener la calma e informarse en los canales oficiales.

El Jefe de Estado informó que en los próximos días el gobierno emitirá nuevas normas técnicas de construcción, pues detalló que el 70% de las construcciones en Ecuador son “frágiles” porque no son realizadas por profesionales sino albañiles.

Correa dijo que “es imposible predecir este tipo de sismos y peor su intensidad, estamos expuestos las replicas son normales”. Pidió no hacer caso a elucubraciones e informarse a través de los medios de comunicación y de las informaciones ofiiales.

El alcalde Rodas, por su lado, precisó que las vías se encuentran abiertas.

La vía Guayllabamba

A las 10:08, José Samuesa, de 78 años, estuvo recostado en el sillón de la sala de su casa, cuando de repente todo tembló. “Escuché un ruido fuerte y le grité a mi esposa: Juana, sale que se mueve”, contó el hombre que seguía nerviosos por el temblor de 4.7 grados en la escala de Richter que afectó nuevamente al sector norte de Quito.

La mujer, de 76 años, bajó lo más rápido que pudo. Salieron al patio de su casa, ubicada en la orilla de la carretera que conduce a Guayllabamba, cuando vieron que el talud de la vía de 4 carriles frente a la propiedad colapsó y taponó la parte de subida con dirección a la capital.

Por el fuerte ruido, 6 vecinos de Samuesa también salieron de sus casas en San Miguel de Común, un barrio asentado hace más de 20 años a menos de 1 kilómetro del peaje de la carretera donde se levantan alrededor de 30 casas.

Una vez calmado el susto la angustia del humilde morador y su mujer se incrementó ya que se percataron de que la casa estaba cuarteada. “Mire cómo se partió”, dijo, mientras apuntaba con su dedo hacia una grieta profunda de la pared principal interior.

Al ver la casa con fisuras, su mujer lloró desconsoladamente. “Mi casita, mi casita señorcito, que alguien ayude” repetía como una letanía. La casa vecina también presentó daños. César Chusig comentó que salieron corriendo, pero afuera se asustaron aún más cuando vieron que parte de la ladera del frente se desprendía. “Fue terrible, estamos muy asustados”, dijo mientras se sacudía el polvo de su cabello. En la zona se levantó una cortina de humo, ya que 4 tramos de la carretera, entre el peaje y el kilómetro 10, fueron cubiertos por material de las montañas de la vía que conduce a Guayllabamba, 30 kilómetros al norte de Quito.

El sitio más afectado fue el kilómetro 9, donde un vehículo Volkswagen, que circulaba a la hora del sismo, se cubrió de tierra. Tres adultos y dos niños quedaron atrapados, pero fueron rescatados minutos más tarde por paramédicos de la Cruz Roja y fueron trasladados a casas de salud.

Según el Instituto Geofísico, el sismo de ayer, cuyo epicentro fue el mismo del martes (este de Calderón), fue la réplica más fuerte que hasta el momento se haya registrado. El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) se activó en el ECU-911. Allí, el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, anunció la suspensión de las actividades deportivas y espectáculos públicos para precautelar la integridad de las personas. Las vías están abiertas.