El bloque Celac, con Ecuador a la cabeza, y China construyen juntos una nueva agenda de cooperación, luego del I Foro de Tecnología e Innovación realizado la semana pasada en la sede de Unasur, Quito.

El objetivo de invitar al gigante asiático a la cita en la capital fue aprender de su experiencia.    

El ministro Wang aseguró que el 25% del PIB de China, es decir 343 billones, se ha logrado en gran parte de su parque tecnológico. En Ecuador este proyecto se inició con Yachay, que ha sido cuestionado por la alta inversión. ¿Es posible para nuestro país y la región poder cambiar el chip y mejorar la innovación?

No solo es posible, lo estamos haciendo y es la base para el cambio de la matriz productiva. La inversión en ciencia, tecnología e innovación es estratégica. Sería una locura querer cambiar el país haciendo lo mismo de siempre.  Según la OCDE, en 2013, el gasto total de China en I+D como porcentaje del PIB fue de 2,08%.

Desde 2011, empresas con sede en China han aumentado su gasto en I+D en un 26.5%, más del doble del promedio mundial. En otras palabras, dejó de ser menos dependiente de tecnología de afuera y generó conocimiento propio. China en el 2015 ‘solo’ va a crecer 7%, pero el crecimiento del sector de las tecnologías sigue siendo de más del 10%.

La ciudadanía debe saber que en Yachay se han logrado compromisos con empresas internacionales y nacionales para destinar $ 148 millones en 2 años. No me cabe la menor duda de que Yachay será un pilar en el cambio de la matriz productiva del país.

Luego de estos acercamientos con China, ¿cuál es la colaboración que se ha concretado?    

Con China firmamos un convenio en enero de 2015. En menos de un año se concretaron 300 becas para los siguientes 5 años y 50 ecuatorianos ya estudian en el país asiático. La relación con China es un elemento estratégico en la inserción del Ecuador en el mundo, pues hemos sido un país muy abierto al comercio, pero completamente cerrado a los circuitos tecnológicos y científicos. Solo en 2015 hemos conseguido firmar 13 acuerdos para intercambio en talento humano, que han posibilitado la obtención de casi 500 becas. Estas ayudas han implicado un ahorro de $ 30 millones. Yachay mantiene una excelente relación con instituciones chinas para el desarrollo de proyectos. Se han suscrito acuerdos con China Telecom, Huawei, IZP Technologies, Datang Telecom International, entre otras.

El secretario de Unasur, Ernesto Samper, aseguró que América Latina destina 28 dólares por habitante como inversión en conocimiento, mientras que los países más desarrollados 488 dólares anuales.  ¿Cómo mejorar esa inversión si solo por la caída del precio de barril del petróleo estamos en un contexto económico complejo?

China y algunos países asiáticos asumieron esta decisión hace 25 años. Nuestra región no ha respondido de la misma manera. El actual gobierno -en el marco de las realidades- ha priorizado la inversión en educación superior. Se han otorgado 47 veces más becas que las entregadas por los 7 Gobiernos anteriores. Debemos establecer una base para un mínimo de inversión en el campo de la ciencia. Es por eso que planteamos en el Código Ingenios que se invierta el 0.55% del PIB cada año. Esta inversión será insuficiente si el sector privado no apuesta a la construcción de la sociedad del conocimiento. En China, el 76% de la inversión lo hace el sector privado.

¿Cómo conseguir la preservación de los conocimientos ancestrales y buscarle el valor agregado a sus recursos naturales?

En la reunión de la Celac hemos declarado como sector estratégico para la ciencia a la biodiversidad, y hemos acordado trabajar en una hoja de ruta para protegernos como región bajo un acuerdo conjunto frente a terceros. Se busca evitar la biopiratería de los saberes de nuestras poblaciones indígenas. También conformamos un grupo de trabajo que elabore una propuesta para gestionar el conocimiento a favor de los pueblos del Sur. (I)