17 de Junio, Día Mundial de la Lucha Contra la Desertificación y la Sequía
Quito (Pichincha).- El 30 de enero del año 1995, las Naciones Unidas, en Asamblea General, proclama el 17 de junio el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. El propósito de las Naciones Unidas al declarar este día es sensibilizar al público y a los responsables de elaborar políticas sobre los peligros crecientes de la desertificación, la degradación de la tierra y sequía para la comunidad internacional.
En ese mismo año, el 6 de septiembre, fue publicada la ratificación de la incorporación del Ecuador como parte de la Convención de Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación y la Sequía (CNULD).
La desertificación es la degradación de la tierra en zonas áridas, semiáridas y subhúmedas, resultante de varios factores incluyendo las variaciones climáticas y las actividades humanas (CNULD 1994). Este proceso fue reconocido como uno de los problemas ambientales importantes en el país, y entre los factores que influyen sobre su incidencia se identificaron: el clima, la erosión, la deforestación y la pobreza.
El uso no sostenible de la tierra y del agua, y los impactos del cambio climático están llevando a una mayor degradación de las tierras secas en todo el mundo. Esta degradación comienza con la eliminación de la vegetación, por lo que “los bosques son el primer paso hacia la curación de las tierras secas, y para protegerlas de la desertificación y la sequía”, como bien lo expresó Luc Gnacadja, secretario Ejecutivo de la Convención de Naciones Unidas de Lucha Contra Desertificación.
La biodiversidad de las tierras secas es importante no solo para la adaptación al cambio climático, sino también porque es hogar de un número importante de especies endémicas. Estas tierras tienen un gran potencial de adaptación debido a los sistemas socio-ecológicos únicos que se han desarrollado durante años.
Las tierras secas contribuyen además, con un flujo de servicios ecosistémicos como: productos farmacéuticos, materias primas, beneficios culturas y estéticos, ecoturismo, purificación de agua, minerales para la construcción, entre otros.
Es por esto que, el Ministerio del Ambiente del Ecuador y el Mecanismos Mundial de la CNULD, están desarrollando una estrategia de microfinanzas que busca articular cambio climático, manejo sostenible de la tierra y economía popular. Esta estrategia constituye una línea de microfinanzas y asistencia técnica a productores para apoyo a proyectos productivos que incluyan criterios ambientales, tales como: diversificación de cultivos, siembra de árboles de sombra en pastizales degradados, entre otros.
Recordemos entonces que, el Día Mundial de Lucha Contra Desertificación es una ocasión única para comprometernos a enfrentar esta problemática de forma efectiva; que existen soluciones y que las herramientas clave para este propósito se encuentran en una participación fortalecida de la comunidad y cooperación a todos los niveles. /Ministerio del Ambiente