Las intensas lluvias registradas la noche del 28 de febrero en la provincia de El Oro provocaron un devastador aluvión en el cantón Piñas, dejando víctimas fatales, pérdidas de animales y considerables daños materiales. Ante la emergencia, diversas instituciones coordinaron acciones para atender a la población afectada, con especial atención en garantizar el suministro de agua potable.

El Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica (MAATE), como líder de la Mesa Técnica de Trabajo 1 (MTT-1) de "Agua segura, saneamiento y gestión de residuos", movilizó a sus autoridades para evaluar y responder a la crisis. La ministra encargada, María Cristina Recalde, delegó a las viceministras de Agua y Ambiente, María Luisa Cruz y Adriana Moyano, para que coordinen las labores en la zona afectada.

El 2 de marzo, las funcionarias se reunieron con la alcaldesa de Piñas, Teresa Feijóo, y representantes de distintas instituciones locales para evaluar la situación. Posteriormente, visitaron refugios temporales, como el Coliseo José Gallardo Moscoso y la Escuela San José, donde verificaron el suministro de agua potable y artículos básicos para más de 63 familias damnificadas. Además, recorrieron el barrio San Francisco y el sector Corte de Piedras, donde más de 600 personas se vieron afectadas por la interrupción del servicio de agua.

Como parte de las acciones de emergencia, se gestionó la donación de 50 mil litros de agua embotellada, distribuidos en centros de acopio en coordinación con la Gobernación de El Oro. Asimismo, en colaboración con el Ministerio de Energía y Minas, se entregaron 10 tanques de almacenamiento de agua en 15 barrios de Piñas, cada uno con capacidad de 2.500 litros.

El 3 de marzo, junto al gobernador de El Oro, Jimmy Blacio, las viceministras supervisaron la instalación de una planta potabilizadora compacta gestionada con el apoyo de la Cruz Roja Ecuatoriana. La infraestructura, de tipo Kit5, tiene la capacidad de potabilizar hasta 30 mil litros de agua al día y cuenta con cuatro reservas de 10 mil litros cada una, además de un laboratorio para monitorear la calidad del agua.

Estas acciones buscan garantizar el acceso a agua potable para la población afectada y mitigar los efectos de la emergencia en Piñas, mientras las autoridades continúan con los esfuerzos de recuperación en la zona.