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Zanjas y canales abiertos causan más molestias en época invernal

Las familias que viven en Nueva Prosperina conviven con una corriente de agua que  aumenta durante la época de lluvias. y el caudal es lo suficientemente fuerte como para derrumbar casas, como ocurrió en marzo de 2013. Foto: William Orellana | El Telégra
Las familias que viven en Nueva Prosperina conviven con una corriente de agua que aumenta durante la época de lluvias. y el caudal es lo suficientemente fuerte como para derrumbar casas, como ocurrió en marzo de 2013. Foto: William Orellana | El Telégra
30 de marzo de 2014 - 00:00

Las zanjas y canales abiertos que existen en la urbe generan problemas  a los moradores de sectores del sur y norte, especialmente, durante la época invernal.

Los inconvenientes incluyen proliferación de mosquitos -si hay maleza-, malos olores y problemas de movilidad. En algunos casos, han sido motivo de caída  de casas como ocurrió en marzo de 2013, en Nueva Prosperina.

La concesionaria Interagua, para mitigar los problemas, empezó con la instalación de ductos cajones donde antes existían canales y zanjas. Los Vergeles (norte) y Unión de Bananeros (sur) son dos ejemplos de los trabajos que se ejecuta.

Según datos de Interagua, existen 166 canales en la ciudad que cumplen, en su totalidad, con la función de transporte de escurrimientos pluviales, es decir, aguas lluvias.

 Para los moradores de los sectores 100, 400, 600 y 800 de la cdla.  Martha de Roldós, estas estructuras sirven, además, como sistema de drenaje de aguas residuales provenientes desde Mapasingue.

La situación ha creado malestar por casi tres décadas debido a que, por efecto del paso del líquido, los desechos -incluidas heces fecales- se estancan en varios puntos de los canales.

Washington Hidalgo, presidente del comité de vecinos de los sectores afectados, comentó que   Interagua en el año 2008 ofreció cerrar el ducto, pero aquello no se ha cumplido. “Pedimos que en el lugar se haga una nueva área verde”.

En la cooperativa Unión de Bananeros, en los bloques 1 y 2, los habitantes han tenido que vivir, por casi 30 años, al pie de una zanja que se llena de aguas servidas, pluviales, maleza y basura.

El líquido del canal (se extiende por 23 cuadras) es de color verdoso, por la putrefacción causada por el lento desfogue del agua.

Las casas están al pie del canal y vecinos como Sandra Banchón optaron por construir puentes de madera para cruzar. Otros, en cambio, han construido diques para poder estacionar sus vehículos.

Para Banchón, estas estructuras impiden un rápido desfogue de las aguas y, por ello, se presenta la aparición de moho, hongos y criaderos de mosquitos. “Espero que el ducto cajón que construyen de la av. Abdón Calderón también nos beneficie”.

Por su parte, Interagua reconoció que los canales son usados para fines distintos a los establecidos por la concesionaria.

Ilfn Florsheim, vocera de la entidad, manifestó que en algunos de los sectores afectados están en proceso de implementación el sistema de alcantarillado sanitario. Presumió que por esta razón “algunos pozos sépticos puedan estar contaminando los canales”.

Para mitigar la situación, Interagua  da mantenimiento a estas estructuras hasta, por lo menos, 4 veces al año.

El departamento “Tratamiento y Canales” de la entidad monitorea por programación anual la inspección de los canales y, en otros casos, cuando se tiene denuncias directas de usuarios.

Sin embargo, la sanción para quienes contaminan los ductos está a  cargo de la Dirección de Medio Ambiente de la Municipalidad. Florsheim puntualizó que Interagua reporta la afectación “con el respaldo del muestreo y resultado de laboratorios”.

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