Vía a Daule, congestión y peligros para los usuarios
Una de las principales arterias de la ciudad es la vía a Daule. Sirve de entrada y salida a la urbe al tránsito pesado, interprovicial, intercantonal y liviano. En el tramo que comprende el puente 5 de Junio hasta la Penitenciaría del Litoral se registran algunos inconvenientes no sólo para quienes transitan por el lugar, sino para aquellos que viven o poseen negocios en sus zonas de influencia.
Así, desde la Universidad Católica hasta el km cuatro y medio, de lunes a viernes se registran embotellamientos durante las horas de mayor tráfico, entre las 08:00-10:00 y desde las 15:00-20:00.
A la altura de la ciudadela Miraflores, en la avenida Adolfo Alvear Ordóñez, que conecta con la vía a Daule, las obras de regeneración urbana del Municipio son de las principales causas del congestionamiento vehicular del sector.
Julián Herrera, administrador del local de venta de comidas “Apetito”, expresa que actualmente la congestión le afecta porque “el polvo contamina sus alimentos”, por lo que espera que los trabajos concluyan en la fecha prevista, el 20 de julio.
Más adelante, en Mapasingue Oeste, en la calle sexta, la compañía Hidalgo & Hidalgo construye el “Ducto cajón de alcantarillado pluvial Canal de la Muerte y Río Perdido”. Quienes usaban esta vía para acceder a la ciudadela Los Ceibos, señalan que los trabajos también tienen cierto impacto en sus quehaceres diarios.
Javier López, quien se movilizaba por el sector, expresó su enojo porque “ahora tengo que ir por la vía a Daule hasta la Av. del Bombero y de ahí hasta el Río Centro”, donde labora. Antes del cierre de la calle sexta, precisa Javier, le tomaba cinco minutos llegar al trabajo, pero ahora “pierdo 15 ó 20 minutos por el tráfico”.
En Río Store, a la altura del Fuerte Militar Huancavilca, quienes acuden al centro comercial demandan la construcción de un paso peatonal. Juan Cruz, que vive en la cooperativa Luz del Guayas, esperaba en la acera del frente del mall que los carros disminuyan la velocidad; pero como esto no sucedió, “no me quedó otra que arriesgarme y cruzar”.
Este ciudadano pide la construcción de un paso peatonal, “porque muchos corremos peligro, pues los vehículos no disminuyen la velocidad cuando pasan por el sector”.
Otro inconveniente se registra en la Av. Isidro Ayora, que empata la vía a Daule con la Francisco de Orellana. Ahí los trabajos generan molestias en los moradores de los alrededores, como Anabell Avilés, propietaria de la tienda “Sandra”, quien asegura que el polvo “ha entrado a la casa, pese a que todo está cerrado”. Otro inconveniente, denuncia, es “el exceso de velocidad de los vehículos, que no la disminuyen pese a ser una zona poblada”; por ello, pide “la construcción de rompevelocidades, semaforización y señalización”.
Bismark Torres, morador del sector, demanda “que los trabajos concluyan en el tiempo señalado”, porque “las paralizaciones en los últimos 6 años han sido continuas”. Se queja de que la zona ha sido tomada por la delincuencia”.
En el kilómetro 18, a la altura de la Penitenciaría del Litoral, los problemas son múltiples. Luis Villón, vendedor de agua, colas y jugos desde hace más de 20 años en las afueras de la correccional, asegura que “los accidentes son constantes, porque la gente debe cruzar la calle con los carros en movimiento”.
Villón demanda la construcción de pasos peatonales, así como “poner semáforos o rompe-velocidades y la presencia de vigilantes”.
Además de los problemas descritos los baches a lo largo de la vía obligan a los conductores a maniobrar con el peligro de accidentarse. La falta de aceras para los peatones es otro gran problema.
Este Diario intentó tener una versión de las autoridades municipales sobre la cantidad de deficiencias que enfrenta la vía, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
