Unidades de Metrovía circulan con desperfectos
Las unidades del sistema Metrovía, según usuarios consultados, circulan con fallas en la carrocería y chasis, lo cual genera quejas por los riesgos que representa.
Parachoques rotos, puertas sin protección, tubos verticales zafados y asientos flojos son algunas de las fallas que los ciudadanos detectan en los automotores de Metroquil, Metrobastión y Metroexpress que tienen 8, 6 y 2 años de antigüedad, respectivamente.
Desde hace dos semanas, aproximadamente, los articulados y alimentadores se someten a la revisión implementada por el Municipio de Guayaquil a través de la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM).
Las exigencias del Cabildo están especificadas en la norma INEN 2205, en la cual se explican los requisitos mínimos de seguridad de los automotores: ubicación de rótulos para información útil a los pasajeros (línea, ruta, entrada y salida), sistemas de audio, distancia entre asientos, iluminación y materiales.
Para Augusto Aguirre, presidente del consorcio Metroquil, se hacen esfuerzos por mantener los vehículos en óptimas condiciones y, hasta el momento, “todos han pasado sin problemas la revisión”.
Sin embargo, los usuarios manifiestan que las unidades de la Metrovía sí tienen fallas similares a las que se encuentran en buses convencionales.
Entre las denuncias llegadas a este diario están accidentes por agarrarse de tubos mal colocados, raspones en puertas sin protección, entre otras.
Marcia Fernández, por ejemplo, comentó que su padre casi se cae de un alimentador de Metroquil luego de que el tubo que se encontraba en la puerta de salida se desprendió de su base. Unas personas lograron coger al adulto mayor y lo ayudaron para que no cayera al vacío, “si no, él no estaría hoy con vida”.
Mientras que David Garcés, estudiante universitario, manifestó que se lastimó el brazo al abordar un articulado de Metrobastión. Una de las puertas de ingreso que no tenía el caucho de protección se cerró abruptamente y le causó un raspón. “Casi me aprisiona el brazo, eso pudo hasta causarme una lesión”.
Además, los alimentadores no tienen rampas para el ingreso de personas con movilidad reducida. El diseño de estos elementos está especificado en la norma 2245.
De acuerdo con la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), en este año, se retiraron 500 unidades -de las 4.000 que circulan por la ciudad- porque no reunían las condiciones para transportar a los ciudadanos.
Sobre este particular, la Corporación Justicia Vial, en 2011, reveló que el 60% de los buses, en el país, incumple las normas INEN que regulan a este servicio (2205, 1323, 034, 2245 y 1669).
Mientras la ATM, desde agosto pasado, inició el proceso para la revisión y matriculación de 18.000 unidades de transporte urbano: 4.000 buses, 2.000 expresos y 12.000 particulares.
EL TELÉGRAFO intentó contactar a Andrés Roche, titular de la ATM, para conocer el avance del proceso, pero se negó a dar declaraciones.
Fundación entrega datos a CTE
La Fundación Metrovía entregó, la semana anterior, información a la CTE respecto del manejo financiero de la entidad.
En un comunicado difundido el pasado 11 de noviembre, firmado por Leopoldo Falquez, gerente de la fundación, se aseguró que entregaron datos respecto de las multas impuestas a las operadoras por incumplimientos en el servicio.
También se afirmó que la tarifa de $ 0,25 es suficiente para mantener el funcionamiento y buen estado de las 405 unidades (articulados y alimentadores) del sistema.
Sin embargo, en un reportaje anterior publicado por este diario, Augusto Aguirre, del consorcio Metroquil, solicitó a las autoridades la revisión de la tarifa de $ 0,25 que se cobra en el servicio de transporte.
El valor está en vigencia hace 11 años y los valores cancelados por los intereses de créditos, para adquirir vehículos, “se han incrementado cada año”.
