Una “novedad” muy antigua
Con unos 300 millones de feligreses en el mundo, la iglesia ortodoxa llega al Ecuador, hace ocho años, bajo la dirección del arzobispo metropolita, Chrysostomos, quien luego de ser clérigo de la iglesia católica romana decide convertirse a esta religión que data del año 33 d.C.
En Guayaquil, la semana pasada se inauguró la primera capilla ortodoxa de la ciudad y la segunda del país (Quito fue la primera sede en el Ecuador) con el objetivo de albergar a las 400 familias practicantes de la ortodoxia.
La divina liturgia, como ellos denominan a lo que sería la misa para los católicos romanos, tiene una duración de dos horas, es completamente cantada, y dirigida por el sacerdote de espalda al público. Además, para poder comulgar es necesario ayunar desde la caída del sol del día anterior, ya que lo consideran un ayuno purificatorio. “Hay que ofrecerle a Dios un sacrificio porque vamos a recibir un gran don: el cuerpo y la sangre de Cristo”, comenta Chrysostomos, el único arzobispo ecuatoriano de la iglesia ortodoxa.
Los ritos de esta religión no han cambiado “en Moscú, Grecia, Rumania y otros países de origen ortodoxo se encuentra la misma forma de celebrar la liturgia”.
La nueva capilla, ubicada en la Cdla. El Paraíso, al norte de la urbe, acoge a 30 feligreses. Sus paredes están pintadas con símbolos que representan pasajes bíblicos. Los sacerdotes mantienen la misma imagen que tenían desde el inicio de la iglesia: barba prominente, cabello largo, túnica negra; los asistentes a la capilla deben ir vestidos acorde al acto litúrgico y no se permite asistir en pantaloneta, shorts o zapatillas porque lo consideran una falta de respeto hacia Dios.
Para Ioannis Papageorgion, griego que vive desde hace quince años en Ecuador, que exista un lugar donde se realice la liturgia “como debe de ser” es muy gratificante, ya que sus tres hijos nacidos en el país, a pesar de ser bautizados por la iglesia ortodoxa, no habían podido asistir a la divina liturgia.
La creación de la iglesia ortodoxa en el país se dio esencialmente con el fin de atender a sus fieles de nacimiento (griegos, palestinos, rusos, ucranianos, rumanos) que viven en el Ecuador; sin embargo existen familias cristianas católicas que acuden a conocer de cerca esta religión.
Quienes desean convertirse en ortodoxos deben prepararse en un catecismo, asistir a los ritos para conocer el verdadero significado y mantener un diálogo directo con el sacerdote. La religión ortodoxa aprueba todos los métodos anticonceptivos. Además, acepta el divorcio en su doctrina.
