Desde la parte alta de Mapasingue Este, en el norte de Guayaquil, baja un chorro de agua todo el día. El líquido circula por caminos de tierra junto a las casas.

La vecina Martha Gordillo señala que esa es la ‘cascada’ del sector El Cóndor. “Si quiere ver una, no tiene que viajar a la Sierra. Solo venga acá”, expresa irónicamente.

La ‘catarata’ desagrada a los residentes. Principalmente porque es de aguas residuales y debido a que arrastra basura del cerro. “No puedo salir de mi casa cuando llueve. Es imposible llevar a mi hija, que padece hidrocefalia, al centro de salud en esos días. Todo este sector se inunda”.

Este problema se registra en la manzana 525. La moradora Alejandra Baquerizo se ha visto obligada a construir pequeños muros de cemento alrededor de su inmueble.
Ella los puso porque el flujo que baja entraba a su vivienda. En el suelo existen sumideros con rejillas, sin embargo, se taponan por el material pétreo del cerro.

Algunas subidas de la loma están pavimentadas. Baquerizo recuerda que alguna vez lo estuvo el camino principal de su barrio, pero tras obras municipales quedó destruido. “Hace 3 años rompieron la calle para hacer trabajos de alcantarillado, aunque no volvieron a colocar el concreto”.

Por ese motivo, los vecinos que están a la entrada de esa manzana nivelaron el piso enterrando sacos de tierra y piedra.

El martes y ayer, ante las múltiples carencias, los moradores pidieron a los medios de comunicación que visiten el lugar para denunciar lo que ocurre. Llegaron cámaras de diversas estaciones y se hicieron transmisiones en vivo. Las autoridades municipales enviaron, durante la mañana, cuadrillas de trabajadores.

No obstante, al mediodía los moradores se quejaron de que se fueron tras las transmisiones ‘microondas’ de los reporteros. “No hicieron nada. Algunos dijeron que por gusto alarmamos a la prensa.  Los agentes de tránsito que pedimos por los arrollamientos en la avenida Las Aguas estuvieron un rato y se marcharon”, denuncia Blanca Quishpe.

Las anegaciones se repiten en la manzana 132. Hay agua estancada por doquier. Geovanny Villamar comenta que eso atrae a los mosquitos. “Tampoco han venido a fumigar recientemente”. (I)