Publicidad

Ecuador, 27 de Septiembre de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Un arte que exporta talento ecuatoriano

María Clara, de 16 años de edad, ha participado en competencias fuera del país desde los 11 años.
María Clara, de 16 años de edad, ha participado en competencias fuera del país desde los 11 años.
24 de agosto de 2014 - 00:00 - Carolina Aguirre Pérez, alumna de la Facultad de Comunicación de la UEES

Gracia, técnica y belleza estética son características que evocan las bailarinas de ballet. Aquellas que con un impecable tutú, zapatillas rosa y el pelo recogido son el epítome de la feminidad. Retratadas en su esplendor por el célebre pintor impresionista Edgar Degas, las bailarinas clásicas de hoy siguen manteniendo viva la esencia de esta forma de arte. Pero esa es solo una cara de la moneda. Detrás hay una combinación de fuerza y delicadeza, estilo y fortalecimiento muscular.

“Me he lesionado todo. Aquí, aquí, aquí…”, dice, mientras señala varias partes de su cuerpo María Clara Ambrosini, joven ecuatoriana de 16 años que baila desde los 2 en la Escuela Rusa de Ballet de Ana Wiesner, que se graduó del último nivel a los 14 años.  “Aun con una lesión, no puedes parar de hacer clase todos los días”; en esos casos cuenta que debe bajar la intensidad, hacer rehabilitación, aplicarse cremas y combinar frío y calor.

Por los exigentes horarios del colegio, a veces debe dormir antes de ir a entrenar, de 17:00 a 21:30, y levantarse a la madrugada del día siguiente a terminar los deberes. “Siempre he sacrificado todo”, dice. “Las fiestas, las salidas, las pijamadas… Los deberes, incluso”. A pesar de ello, disfruta los detalles, ensayos hasta la 01:00 y los nervios que le produce su vocación. A diferencia de las adolescentes de su edad, María Clara ha asistido a competencias internacionales de danza desde los 11 años, por 4 años consecutivos.  

Parte de su currículo son los prestigiosos torneos DEA (Dance Educators of America) y el World Ballet Competition. Para participar ha viajado a Orlando, Texas y Nueva York; a Italia, donde obtuvo el primer lugar. María Clara tiene como meta bailar en la Scala de Milán y ha sido contratada por la compañía del Jeoffry Academy of Dance de Nueva York.

“Una bailarina debe tener, sobre todo, perseverancia, aguante y actitud, porque es duro. Es todos los días empezar otra vez desde el inicio. El ballet es como el fútbol, pero más complicado”.
Valeria Sánchez también estudió en la misma academia a temprana edad, desde los 4 años. Ella entrena, mínimo, 2 horas, 6 días a la semana, pero al igual que cuando debe competir, la jornada puede llegar a ser de 5 o 6 horas. Tampoco se ha escapado de las lesiones. Los lugares más comúnmente afectados son la rodilla, el coxis, las pantorrillas, la espalda, los arcos de los pies... A la terapia de rehabilitación le ha sumado la acupuntura.

Pero esos pequeños traspiés no han sido mayores obstáculos para Valeria. Desde los 10 años ha competido en el World Ballet Competition, Youth America Grand Prix (YAGD), Danzamérica, DEA Dance, American Ballet Competition, CIAD y UDA. Ha obtenido medallas de oro, de plata, becas y premio ‘Revelación del año’. Asimismo, ha estudiado en el Bolshoi Ballet Academy, en Moscú, y en Connecticut.

Lo único que podría de algún modo criticar del ballet es el estrés que produce a veces la presión previamente a las presentaciones. También debe combinar su entrenamiento con sus estudios. “Esos días son como un castigo, ya que me interesa solamente bailar, pero tengo que cumplir con mis responsabilidades del colegio. Para conseguir estándares mayores, debo asistir a una escuela especializada en donde se prioricen mis estudios de ballet. Estas escuelas no existen en el Ecuador, por lo que he sido aceptada para continuar mis estudios secundarios en el Kirov Ballet Academy, en Washington DC, donde me graduaré de bachiller y obtendré un título de bailarina profesional”.

Aunque esa entrega le cause distanciamiento social y familiar, su madre la apoya. “Ella es un soporte en  mi vida. Además, me acompaña permanentemente, e igual que yo, se sacrifica para ayudarme a cumplir mis metas”.

Valeria se está preparando para su última presentación en el Teatro Sánchez Aguilar a finales de agosto. Su sueño es llegar a ser primera bailarina de una compañía de ballet importante, y luego, desarrollar su carrera en Ecuador.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

El Telégrafo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media